El máximo representante de China en Hong Kong, Zhang Xiaoming, ha defendido este viernes las políticas del país asiático sobre la región de Hong Kong y ha insistido en que se trata de una «combinación de golpes» para frenar la «subversión».
Tal y como ha explicado, la reforma electoral de la región administrativa especial china, así como la Ley de Seguridad Nacional, son herramientas «para hacer frente a la violenta ola de protestas registradas en 2019 contra Pekín».
Desde entonces, el régimen ha puesto en marcha una serie de medidas que han llevado, además, a la detención de decenas de activistas y políticos a nivel local.
Así, ha justificado las medidas tomadas para lograr que «solo los patriotas» dirijan la región, según informaciones del diario ‘South China Morning Post’. La reforma ha sido criticada por Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea.
Sin embargo, Zhao ha indicado que se trata de la respuesta de Pekín al «caos» de los últimos años, que ponía de manifiesto que el sistema electoral «claramente presenta agujeros».
Junto a la ley de seguridad nacional, que viola los derechos humanos, la medida supone una «combinación de golpes para gestionar de forma efectiva el caos reinante», ha dicho. El problema de Hong Kong, ha aclarado, es «político». «Es una lucha entre hacerse con el poder y contrarrestar ese intento; subversión y contra-subversión, infiltración y contra-infiltración», ha manifestado. «No podemos ceder», ha zanjado.
