El dictador Maduro, en una comparecencia desde el palacio presidencial, ha mostrado su inclinación a buscar nuevos contactos con EEUU.
Venezuela y Estados Unidos cortaron relaciones diplomáticas el año pasado, después de que la administración Trump, junto a decenas de otros países, reconocieron al jefe del Congreso, Juan Guaidó, como el líder legítimo del país sudamericano, argumentando que Maduro cometió fraude en su reelección de 2018.
«Esperemos que se instale el nuevo gobierno del señor Joe Biden, esperemos que ellos tengan tiempo de pensar y esperemos que se abran posibilidades de comunicación y diálogo de Venezuela con los Estados Unidos», dijo Maduro en rueda de prensa.
Maduro afirmó que estudia reformas y alianzas estratégicas no para que Estados Unidos lo «perdonen», sino para que lleguen inversiones en todos los sectores económicos, al tiempo que descartó privatizaciones de empresas en el país.
«Con la ley antibloqueo ha habido reuniones ya para nuevos pactos con inversionistas de todo el mundo. La vicepresidenta Delcy Rodríguez no descansa, Tareck (El Aissami, ministro de Petróleo) no descansa (…) viendo oportunidades de negocio a futuro», señaló Maduro.
Rodríguez, quien además es ministra de Finanzas, ha estado impulsando a las empresas privadas a que exporten e importen con países asiáticos y del Medio Oriente como una forma de sortear las sanciones estadounidenses.
Venezuela enfrenta seis años de recesión económica y desde fines de 2018 el gobierno ha flexibilizado las regulaciones a las industrias y comercios, medida que críticos y analistas señalan que han llegado tarde debido a los años de deterioro.