«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
persiste el declive ocasionado por el gobierno socialista

El kirchnerismo conduce a Argentina a la miseria: el país se encuentra entre los diez más pobres del mundo

Un mendigo busca comida en una basura en Buenos Aires. EUROPA PRESS

Los datos y noticias que provienen de Argentina no dejan de ser alarmantes. Día a día los indicadores de un modelo de país estable y en vías de crecimiento se desvanecen ante las sombras de un gobierno socialista que a su paso va dejando las huellas de una Nación destruida, dividida y enfrentada entre los propios ciudadanos.

Sus gobernantes, Alberto Fernández y Cristina Kirchner, son los actuales responsables de esta terrible realidad. De su mano, el dato vergonzoso más significativo es que el Índice de Miseria económica global ha colocado a la Argentina en el top 10 del ránking mundial de Miseria.

Venezuela encabeza el penoso listado y el resto del lote lo comparten con otros países afectados por gravísimos conflictos bélicos y civiles. Bajo el mandato del kirchnerismo, el país se ubicó en séptimo lugar detrás de Venezuela, Zimbabue, Sudán, Líbano, Surinam y Libia, quedando dentro del top 10 por delante de Irán, Angola y Madagascar. La ubicación argentina se debe esencialmente a su tasa de inflación, que a su vez implica una alta tasa nominal de interés, a las que se agregan elevados datos de desempleo y caída del Producto Bruto Interno.

El rigor de estos datos surge de la reelaboración introducida en 2019 por el economista Steve Hanke, de la Universidad Johns Hopkins, y publicada en la revista norteamericana The National Review, el “Índice de Miseria” surge de sumar las tasas de desempleo, de interés activa (préstamos) y de inflación minorista y restar la variación del PBI por habitante de cada país.

Las cifras mencionadas por el economista consideran: desempleo de 11,8%, inflación de 44% (tasa anualizada de fines de 2020), tasa de interés del 29,4% anual y caída del PBI per cápita del 9,8%. El valor resultante es igual al que surgiría de sumar tasa de desempleo del 11%, inflación del 36% y tasa de interés del 37% anual, más caída del PBI por habitante del 11%, más en línea con los datos oficiales del INDEC.

En el otro extremo de la estadística se encuentran los “países menos miserables económicamente” y donde aparecen Guyana (a la que el descubrimiento de vastas reservas de petróleo, en disputa con Venezuela, le permitió crecer un inusitado 25,8% del PBI por habitante), Taiwán, Qatar, Japón y China. De los 5 países que aparecen como menos miserables, Guyana y Qatar, son países muy ricos en recursos energéticos.

Entre los países de Iberoamérica y el Caribe, Argentina aparece en tercer lugar, detrás de Venezuela y Surinam y delante de Brasil (11° en el ranking, 53,4 puntos), Haití (13°, 48,9), Perú (18°, 42,2) y Jamaica (29°, 38,6 puntos). Según el indicador de Steve Hanke, el país mejor posicionado de la región es Cuba (117°, 15,8), seguido por Ecuador (79°, 23,8), Chile (75°, 23,9) y México (73°, 24,6 puntos).

«La gente quiere deshacerse de los pesos y los que pueden se van a vivir a Uruguay. La gente está comprando hasta bitcoins. Si yo fuera un médico, le diría al paciente que su problema son los pesos. Hay que matar el peso. El peso es un veneno, un cáncer. Argentina podría ser el mejor país de Latinoamérica si se deshiciera de él«, confesó categórico Steve Hanke.

En el marco de esta delicada situación en donde Argentina se ubica entre los 10 países más pobres del mundo, el kirchnerismo enfrenta otro grave obstáculo en un año electoral considerado prioritario para la continuidad en el poder y las ambiciosas aspiraciones de la actual vicepresidente. Sonaron las alarmas en la Casa de Gobierno después de conocerse una encuesta privada en la que se evidencia la caída de popularidad del presidente Alberto Fernández. Según el Índice de Confianza en el Gobierno que elabora todos los meses la Universidad Torcuato Di Tella, la administración de Alberto Fernández tuvo en abril peor imagen que la que exhibía el Gobierno de Mauricio Macri en su último mes en el poder.

“El ICG de abril fue de 1,73 puntos, con una disminución de 2,9% respecto de marzo. El valor actual se coloca 12% por debajo del correspondiente al último mes de la administración de Mauricio Macri (ICG diciembre de 2019)”, sostiene el informe de la Universidad Di Tella. El estudio revela que “el Índice de Confianza de abril fue mayor entre quienes creen que la situación económica mejorará dentro de un año (4,09 puntos, con una caída de 0,7% respecto de marzo), que entre quienes creen que se mantendrá igual (2,73 puntos, con un notable aumento de 25,8%) o que empeorará (0,74 puntos, con una variación positiva de 17,5%). Es probable que esta correlación sea causalmente bidireccional: el optimismo (pesimismo) sobre el futuro económico refuerza (debilita) la confianza en el gobierno, pero a la vez una mayor (menor) confianza en el gobierno genera mayor (menor) optimismo”.

“Los datos de abril confirman el persistente declive de la imagen del gobierno tras el pico de abril de 2020. De hecho los valores del ICG de los últimos tres meses han sido en cada caso los más bajos del actual mandato presidencial”, reveló el informe que alertó a Cristina Kirchner mientras el coronavirus somete a los argentinos en los peores días desde que comenzó la pandemia.

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