«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Una nueva muestra de la complacencia de casado con el globalismo

El PP corta la intervención del canciller de Austria, Sebastian Kurz, cuando hablaba de inmigración y refugiados

El canciller de Austria, Sebastian Kurz durante su intervención en la convención del PP.

El Partido Popular ha celebrado este fin de semana en la plaza de toros de Valencia la convención del partido, en la que han querido contar como invitado especial –de forma telemática– con el canciller de Austria, Sebastian Kurz.

Pese a la aparente ilusión con la que la conductora del evento presentó la intervención de Kurz, el discurso del canciller fue cortado de manera abrupta cuando comenzaba a hablar sobre inmigración y refugiados, y la carga que estos flujos migratorios pueden suponer para la economía española. «Soy consciente de que, aquí en España, estáis especialmente sobrecargados por la acogida inicial de inmigrantes y refugiados, y esperáis, con razón, la solidaridad europea», se escuchó afirmar a Kurz segundos antes de que la música a todo volumen impidiese continuar al canciller.

El líder del PP, Pablo Casado, también ha compartido en redes el momento de la interrupción en lo que parece un fallido intento de completar la inacabada intervención de Kurz. «Como bien dices, las ayudas deben servir para hacer reformas y con control para que lleguen a quienes lo necesitan. No con una agenda ideológica para seguir en el poder», ha escrito Casado en Twittter.

Con la cesura de la intervención, el PP da una nueva muestra de que no comparte la política migratoria del Gobierno austriaco que, al igual que han hecho otros países como Dinamarca, República Checa, Hungría o Polonia, ha fortalecido sus fronteras desde la toma de Afganistán por los talibán.

«No dejaremos que un solo afgano refugiado entre en el país mientras yo esté en el poder. Está claro que la política de refugiados de 2015 no puede servir de solución para Kabul ni para la Unión Europea», aseveró el canciller en una entrevista con el diario italiano ‘La Stampa’ en el mes de septiembre.

Entonces, el mandatario austriaco también hizo hincapié en la existencia de diferencias en materia cultural. «Más de la mitad de los jóvenes afganos que viven en Austria apoyan el uso de la violencia en caso de que su religión sea ofendida», aseguró.

Lo que Kurz quisiera añadir en esta ocasión sobre inmigración y sus consecuencias en España ya, por orden del PP, no lo sabremos.

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