El Senado estadounidense, bajo control republicano, dio el lunes una gran victoria política preelectoral al presidente Donald Trump al confirmar a su nominada para la Corte Suprema, Amy Coney Barrett, católica y provida.
La Cámara alta votó 52-48, con los demócratas unidos en el rechazo a la confirmación de Barrett, que crea una mayoría conservadora de 6-3 en el alto tribunal. Una republicana, Susan Collins, votó contra la confirmación.
La ceremonia prevista en la Casa Blanca se celebrará un mes después de un evento similar que fue relacionado con un brote de COVID-19 que precedió a la propia infección de Trump. Barrett sustituirá a la juez liberal Ruth Bader Ginsburg, que falleció el mes pasado.
En la ceremonia, el juez conservador de la Suprema Clarence Thomas tomará uno de los dos juramentos para el cargo que los magistrados deben realizar, según un funcionario de la Casa Blanca.
Barrett, juez de una corte federal de apelaciones, es la tercera selección de Trump para el tribunal y culmina un exitoso escoramiento hacia la derecha del sistema de justicia federal en general desde que asumió el cargo en 2017.
