El Slavia de Praga (República Checa) se negó este jueves antes de su partido de cuartos de final de la Europa League frente al Arsenal a arrodillarse, un gesto popularizado para mostrar sumisión al violento movimiento Black Lives Matter que durante meses saqueó y arrasó grandes ciudades estadounidenses.
Mientras los jugadores del equipo inglés ponían una rodilla en el suelo, el equipo de la ciudad de Praga se mantuvo de pie y abrazado. Así, se sumó a la selección de Polonia, que antes de su partido clasificatorio para el Mundial de 2022 frente a Inglaterra también se mantuvo firme ante el tsunami de corrección política.
La Asociación Polaca de Fútbol aseguró que los jugadores decidieron tomar «una posición neutral y apolítica» hacia Black Lives Matter y recordó que «todos los representantes polacos se oponen conjunta y solidariamente a cualquier manifestación de racismo e intolerancia».
