El Partido Socialdemócrata (SPD) ha ganado las elecciones federales de Alemania celebradas este domingo con un 25,7% de apoyo, por delante del 24,1% que ha conseguido la coalición de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkel y la Unión Social Cristiana (CSU).
La excanciller, que durante 16 años propició una oleada de inmigrantes que rompió los tejidos sociales de Alemania, puso coto a la libertad de expresión y de comunicación, y robó el voto conservador para esclavizarlo bajo los dogmas socialdemócratas, ha dejado a su partido en mínimos históricos bajo la consigna de destruir cualquier alternativa real a la socialdemocracia. La CDU ya es tan socialdemócrata como el SPD, y ambos están de acuerdo en la deriva antinacional de la Unión Europea, el globalismo, la ideología de género… y son, por tanto, perfectamente intercambiables.
Mientras, Alternativa para Alemania (AfD), que sufrió una intensa campaña de hostigamiento y difamación en un contra, la mayor de un partido legal en Europa, ha resistido logrando el 10,3% de los votos. Su votante no se ha dejado llevar por la polarización entre CDU y SPD, y ha votado a la única formación nacional que ofrecía una alternativa ante el consenso socialdemócrata. Ahora, con una sólida base de votantes, será oposición real en el Bundestag.
Los Verdes, por su parte, lograron el 14,8%, el Partido Liberal Demócrata el 11,5%, y La Izquierda (extrema izquierda) se vio perjudicada por el voto útil al SPD y no alcanzó el 5%, pero logró tres mandatos directos y salvó así su representación. Una de las líderes de La Izquierda, Janine Wissler, ha reconocido sin ambages la derrota, confiada en que el partido puede utilizar los próximos cuatro años para «reconstruirse» y atajar sus «problemas estructurales».
El doble sistema de votación por candidato y por lista confirma así al SPD como principal formación en la Cámara Baja del Parlamento alemán con 205 de los 730 asientos, mientras que la CDU/CSU tendrá 194. Ahora tanto SPD como la CDU/CSU han expresado su intención de liderar un Gobierno de coalición tras los ajustados resultados. El líder del SPD, Olaf Scholz, destacó el «gran éxito» obtenido por su partido y apostó por «formar Gobierno». «Muchos votantes han dejado bien claro que quieren un cambio en el gobierno y que el próximo canciller debe ser Olaf Scholz», dijo.
Mientras, el candidato de la CDU, Armin Laschet, convocó a los demás partidos a forjar una coalición «contra un gobierno de izquierda». Laschet, por su parte, abogó por un gobierno «liderado por la coalición» entre la CDU y su partido gemelo en Baviera, la Unión Social Cristiana (CSU). «Un voto a la Unión es un voto contra un gobierno federal de izquierda», añadió.
Tres opciones socialdemócratas para gobernar Alemania
Los ajustados resultados de las elecciones han dibujado un escenario abierto básicamente a dos coaliciones, bautizadas como ‘Jamaica’ y ‘semáforo’ por el color asociado a los partidos que la conformarían, o una gran coalición entre SPD y la CDU.
–Coalición Jamaica
La alianza entre la CDU, los liberales y los ecologistas se conoce como la coalición Jamaica -negro, amarillo y verde–. Ya fue la opción más factible tras los comicios de 2017, pero el FDP terminó renunciando en el último momento. A nivel federal no hay experiencias de este tipo en Alemania, si bien en el ámbito regional sí se ha aplicado la fórmula Jamaica en varios estados. Actualmente, es la opción de gobierno en Schleswig-Holstein, en la zona norte del país. Laschet también ha dejado claro a lo largo de la campaña que el FDP sería su socio prioritario. No en vano, gobiernan juntos en Renania del Norte-Wesfalia.
-Coalición semáforo
b) Scholz, por su parte, ha lanzado guiños constantes a Los Verdes. Sin embargo, y pese a lo que llegaron a pronosticar los sondeos en algunos momentos, ambos partidos necesitan una tercera pata para poder gobernar y esta no podría ser otra que el FDP. La mayoría de negociaciones emprendidas en otras ocasiones para conformar coaliciones ‘semáforo’ -rojo, amarillo y verde- han derivado en fracaso. Solo ha funcionado en Renania-Palatinado, donde se reeditó esta alianza tras los comicios celebrados en marzo de este mismo año.
-Gran coalición
c) La tercera opción es una gran coalición. El SPD y la CDU han descartado durante estos últimos meses repetir la ‘grosse coalition’, pero podrían verse abocados a ella en caso de que fracasen las negociaciones con el resto de partidos y los dos grandes bloques prefieran que no se repitan las elecciones. Merkel ha gobernado con el SPD en tres de sus cuatro mandatos desde 2005, con la única excepción del periodo transcurrido entre 2009 y 2013 en que se apoyó en el FDP. De hecho, Scholz es ahora vicecanciller y ministro de Finanzas en la Administración encabezada por Merkel.
