«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Apoya la convocatoria de una constituyente, así como el fortalecimiento de los cultivos de coca

El socialista Evo Morales utiliza el sur andino de Perú con fines de expansión política

Evo Morales. Europa Press

El expresidente boliviano Evo Morales apunta al sur andino peruano -bastión electoral del comunista Pedro Castillo- para sus planes de expansión política, abriendo una sucursal del Movimiento al Socialismo (MAS) en la ciudad del Cuzco y articulando la iniciativa con gremios de docentes radicales y productores de hoja de coca.

De acuerdo con el dominical Panorama, la oficina que opera en territorio peruano bajo el nombre de Movimiento al Socialismo- Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP)-, imparte talleres de formación ideológica a las organizaciones sociales afines al gobierno de Pedro Castillo.

“Es insólito que la más poderosa de las organizaciones políticas de un país vecino siente bases en nuestro territorio con el evidente propósito de servir sus intereses desde el Perú. Un logro que, probablemente, no han concretado varios de los partidos actualmente representados en el Congreso. Debemos preguntar si el MAS pidió autorización para instalar su sede cusqueña”, advierte Eduardo Ponce Vivanco, exrector de la Academia Diplomática del Perú y exviceministro de Política Internacional.

“¿Quién se la dio?  ¿La Cancillería? ¿El Presidente de la República? ¿La PCM? ¿El gobierno regional del Cuzco? ¿El Congreso tiene conocimiento de esa supuesta autorización? Los ciudadanos tenemos derecho a saberlo porque el interés nacional está de por medio. Todos vemos que Evo Morales entra y sale del Perú como de su propia casa, luego de las arengas y actividades de propaganda política en las que incurre sin el menor recato, violentando el principio de no intervención”, inquirió Ponce Vivanco.

En la misma línea, la diputada boliviana Luciana Campero, de Comunidad Ciudadana, alertó que personal de la cartera de Culturas sería la que se encuentra trabajando en la sede peruana del partido de Morales.

Morales y la hoja de coca

Morales, que visita el Perú con sospechosa frecuencia desde que Castillo ocupó el Poder Ejecutivo, busca influir en la política peruana respecto a la erradicación de cultivos ilegales de hoja de coca, el principal insumo para la industria del narcotráfico.

A principios de octubre, Dionicio Núñez, exviceministro de Coca y Desarrollo Integral del gobierno de Morales, llegó a Pichari -localidad ubicada en las inmediaciones del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), zona dominada por el narcotráfico y el terrorismo- para participar del Congreso Nacional de las Cuencas Cocaleras del Perú.

Según información publicada por Perú 21, este evento fue promovido por el sector más radical de los productores de hoja de coca, y entre las actividades de este congreso destacaron el empadronamiento a los productores de hojas de coca ilegales y la recolección de firmas para la convocatoria a una asamblea constituyente.

También en el congreso cocalero se brindó apoyo a la iniciativa legislativa del oficialista Guillermo Bermejoacusado por presunta pertenencia y afiliación a los remanentes terroristas que operan en el Vraem- para “expulsar” a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) y la Administración para el Control de Drogas (DEA).

Evo y la Asamblea Constituyente

Durante su participación en el Primer Congreso Nacional de Juventudes del partido marxista Perú Libre, Morales apoyó la iniciativa del grupo que ocupa el poder en el Perú de convocar una Asamblea Constituyente con el objetivo de «refundar» el país, como hizo él en Bolivia, que pasó «del estado colonial al estado plurinacional».

«Yo saludo los gritos de la Asamblea Constituyente. Les digo a los jóvenes que encabecen la Asamblea Constituyente», dijo en el evento celebrado en la ciudad de Arequipa, ubicada en el sur andino.

«Es una nueva refundación para Perú, como se hizo en Bolivia. Es una enorme responsabilidad y no estamos lejos. Estamos con la verdad, la razón y la justicia«, agregó.

Evo y Runasur

Evo Morales se reunió en agosto con Pedro Castillo en Lima para comprometer al Perú en su proyecto “América Plurinacional”, un plan impulsado por movimientos indígenas, sociales e intelectuales asociados al comunismo bolivariano desde el foro Runasur, una iniciativa del expresidente de Bolivia para imponer su proyecto político en el continente.

De acuerdo con Morales, “América Plurinacional” plantea una oposición al intervencionismo y la injerencia, haciendo énfasis en la defensa de los recursos naturales, la redistribución de la riqueza y la solidaridad de los pueblos, rechazando además el capitalismo y el consumismo “por ser un sistema fallido que provoca desigualdad, muerte y destrucción”, como señala el punto número 5 del decálogo de Runasur, presentado el pasado 2 de agosto.

La constante injerencia del líder indigenista en territorio peruano provocó que la bancada legislativa de Avanza País (centroderecha) presentara una moción de orden del día para declarar persona non grata a Morales “por su inaceptable y constante intromisión en la política nacional de nuestro país”.

Además, dispuso que se le debe exhortar para que se abstenga de realizar comentarios sobre la política nacional peruana, pues consideran que se trata de una “injerencia inaceptable”.

Dividir Perú

Para el coronel (r) Juan Carlos Liendo, exjefe del Servicio de Inteligencia del Ejército del Perú (SIE), Evo Morales proyecta en las provincias peruanas del sur andino la doctrina del socialismo del siglo XXI y la formación de la “Nación Aymara”, una etnia con presencia en el altiplano peruano-boliviano y el norte de Chile.

El propósito de establecer una sede de su partido en Cuzco es reforzar esta narrativa y proyección de poder político, la cual podría desencadenar el peligro de un separatismo identitario, pues Morales es el principal agente del castrochavismo para hacer disrupción en la región andina.

“Evo Morales, desde que asume la presidencia en Bolivia, tiene dos ejes estratégicos de proyección política. Uno es el socialismo del siglo XXI, el socialismo latinoamericano de inspiración castrochavista, y el otro es la formación de la ‘Nación Aymara’. La ‘Nación Aymara’, en términos geopolíticos, ocupa espacios entre los territorios del Perú, Bolivia y Chile”, apunta Liendo.

Al mismo tiempo que precisa: “No es una nación en términos políticos propiamente dichos, si es una etnia con una presencia muy fuerte en el altiplano. Lo que hace Morales, sobre la base de una realidad étnica y económica en los andes del Perú, Bolivia y Chile, es fomentar un separatismo como parte de la proyección del socialismo del siglo XXI en América del Sur. Ya sin ocupar el poder directamente en Bolivia, Morales se convierte en el primer aliado del socialismo latinoamericano para hacer disrupción en la región andina, y lo que ha hecho en Cuzco, establecer una sede de su partido, no es otra cosa que materializar la influencia que ha tenido y tiene durante los últimos doce o catorce años en el altiplano peruano, proyectando poder político desde Bolivia hacia las regiones peruanas de Puno, las zonas andinas de Tacna, Moquegua y Cuzco”.

“Hablamos también del financiamiento de campañas de gobiernos regionales en el Perú para materializar lo que se denomina una influencia política sobre la narrativa de la ‘Nación Aymara’. El poder aymara es minúsculo, pero si es reforzado por el socialismo del siglo XXI, por las fuerzas del narcotráfico y de un partido político como el MAS, entonces se convierte en un elemento muy grave de potencial separatismo en el sur del Perú”, añade el exfuncionario de inteligencia.

Finalmente, Liendo indica que no se puede separar la proyección del socialismo latinoamericano, y la promoción de la ‘Nación Aymara’, sin tener en cuenta el narcotráfico. “La influencia de narcotráfico tiene efectos políticos contundentes. A quien más le favorece una separación del sur peruano, a quien más le favorece una convulsión social y política, a quien más le favorece la corrupción de autoridades, es al narcotráfico”, explica.

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