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SE SUMA A LA DEMONIZACIÓN DE LA TERCERA FUERZA POLÍTICA EN ESPAÑA

Insultos y cordones sanitarios: los ataques del PP a VOX antes de la afrenta de Ceuta

El secretario general del PP, Teodoro García Egea y el presidente del PP, Pablo Casado. Europa Press

VOX cree que el PP es «cooperador necesario» en la estrategia [de la izquierda] de demonización y deshumanización de su formación al permitir que su líder, Santiago Abascal, fuera declarado ‘persona non grata’ e ‘indeseable’ en la Asamblea de Ceuta y de que el presidente de esa ciudad autónoma, el ‘popular’ Juan Jesús Vivas, tildara dicha posición de «responsable».

Así, desde VOX sostienen que o el PP reconsidera su «errónea» decisión, la desautoriza «de algún modo» y repara el daño producido por la votación o «no va a poder seguir reclamando ayuda a VOX para aprobar sus propuestas en ayuntamientos o en los plenos autonómicas». Al mismo tiempo, desde la dirección nacional del PP han mostrado un férreo apoyo al presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas. «Lo que necesitamos es más personas como él y menos declaraciones incendiarias», dijo este lunes el alcalde de Madrid y portavoz del partido, José Luis Martínez Almeida.

La de Ceuta no es la primera afrenta del PP a VOX, formación que le permite gobernar en las regiones de Andalucía y Madrid, y en grandes ayuntamientos de España (Madrid, Zaragoza…), mientras Génova colabora (por acción u omisión) con el veto antidemocrático de la izquierda a los casi cuatro millones de votantes de la formación.

«VOX es la ultraderecha de verdad», afirmó el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, en enero de 2019. «VOX es tan peligroso para Europa como Le Pen o Salvini», dijo el eurodiputado Esteban González Pons en mayo, un mes después de las elecciones generales en las que VOX logró 24 escaños (siendo quinta fuerza nacional) pero no pudo formar parte de la Mesa del Congreso por el pacto del PP con la izquierda.

Los populares trataron de mantener el cordón sanitario a su único aliado potencial tras las elecciones de noviembre, pero les salió mal. Querían la presencia de Ciudadanos en la Mesa del Congreso, a pesar de que contar con solo 10 diputados, y prefirieron votarles a ellos (aunque no sumaban) en lugar de dar sus votos a VOX. La consecuencia de su veto a VOX fue regalar un puesto más a Podemos en la Mesa.

El PP también votó (con la izquierda) a favor de dispersar a los diputados de VOX (tercera fuerza, con 52 escaños) en el Congreso y de colocar, por tanto, a buena parte de ellos en el gallinero, en la parte menos visible de la Cámara Baja. Además, en febrero de 2020, la formación liderada por Pablo Casado pactó con el PSOE que VOX se quedara fuera todas las presidencias de comisiones parlamentarias.

En octubre, el PP se unió al Frente Popular para rechazar la moción de censura de VOX al Gobierno socialcomunista. En la sesión, Pablo Casado lanzó ataques personales desde la tribuna a Santiago Abascal. «Hasta aquí hemos llegado», declaró.

Antes de las elecciones autonómicas en Cataluña (del 14 de febrero) en las que VOX logró ser la primera fuerza nacional con 11 escaños y el PP estuvo cerca de ser extraparlamentario, Pablo Casado equiparó a VOX con el golpista prófugo de la Justicia Carles Puigdemont y dijo que se trataba de «radicalismos iliberales»… y tres meses después evitó responder a ‘Financial Times’ si consideraba a VOX un partido democrático.

En junio, el PP también se unió al PSOE, Unidas Podemos y el PNV para repartirse los puestos en la ‘Conferencia sobre el Futuro de Europa’ y quitar a VOX el representante que le correspondía.

Ceuta, un ejemplo de la alianza PP-PSOE

El PP rompió en noviembre del pasado año su acuerdo con VOX en Ceuta y pactó los Presupuestos con el PSOE… una decisión «saludable», según Vivas, que aplaudió así que «dos formaciones diferentes, pero no antagónicas», se pusieran de acuerdo «para conseguir la estabilidad política de la ciudad».

Desde entonces el desprecio hacia VOX, partido más votado en las elecciones generales en la Ciudad Autónoma, se ha intensificado. En mayo, tras la avalancha de 10.000 inmigrantes ilegales, el PP firmó una declaración junto al PSOE y a los partidos islámicos contra el derecho de manifestación de VOX…

…y otra en la que equiparaba a agresores y agredidos tras la violencia islamoizquierdista en Ceuta contra la formación liderada por Abascal. «Cada uno es responsable de sus actos», afirmó la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, antes de que el consejero de Medio Ambiente, Yamal Dris, del PP, llamara «sinvergüenza» y «fascista» al portavoz de VOX, Carlos Verdejo.

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