El movimiento anarquista -de la mano de agrupaciones de izquierda como el MST y Polo Obrero- vandalizó las paredes de algunos de los edificios históricos que rodean la Plaza de Mayo de Buenos Aires y la Catedral Metropolitana en una movilización que acabó con disturbios y enfrentamientos con la Policía.
En la manifestación, bajo la consigna de «Policía bueno = Policía muerto» y con insultos contra el Estado, la Iglesia y la Policía, expresaron su rechazo y oposición «a todo tipo de autoridad».
La red Respeto Religioso, una asociación civil constituida para contribuir a la preservación de “la paz y la amistad social”, ha anunciado que impondrá una denuncia penal por las pintadas ofensivas en la fachada de la Catedral y ha lamentado que ninguna autoridad política haya condenado públicamente el ataque bajo consignas como “la única iglesia que ilumina es la que arde».
«No hubo prevención, acción ni reacción de las autoridades nacionales o de la Ciudad. Tampoco declaración posterior condenatoria del atropello”, ha advertido la entidad. «No puede ser que no haya ningún demorado ni detenido. Las fotos y los vídeos de la movilización circulan y son conocidos. No es difícil individualizar a los agresores. El comportamiento delictivo constituye un delito penal y una contravención”, ha añadido.
