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EL PARTIDO RADICAL HA MODERADO SU DISCURSO PARA INTENTAR CAPTAR VOTOS EN EL CENTROIZQUIERDA

Jobbik, el partido nazi que se ha unido a los comunistas y a los liberales contra Viktor Orbán

Seguidores de Jobbik participan en una manifestación en Nudapest, Hungría. Reuters
Seguidores de Jobbik participan en una manifestación en Budapest, Hungría. Reuters

Hungría celebra elecciones legislativas el próximo 3 de abril: una cita en la que se decidirá si el primer ministro, Viktor Obán, revalida su mandato después de doce años en el poder y tras ganar por mayoría en los tres últimos comicios que se han celebrado en el país –en 2010, 2014 y 2018–.

En esta ocasión, la oposición, desesperada por la previsible victoria de Fidesz, el partido gobernante, ha asumido una nueva estrategia: la unión de todos los partidos opositores, desde la izquierda hasta la ultraderecha, en la coalición llamada ‘Unidos por Hungría‘. Este grupo, que ha elegido un solo contendiente para oponerse a Orbán, y un único candidato en cada distrito electoral para evitar la fragmentación del voto, está formado por el Partido Socialista, los izquierdistas de Coalición Democrática y Párbeszéd (Diálogo), el partido liberal Momentum, el ecologista LMP y el ultraderechista Jobbik.

Este último, pese a que se ha sometido a un lavado de imagen y ha moderado su discurso para captar votos en la izquierda y en el centro, sigue siendo la formación xenófoba y nazi que intenta aparentar que ya no es.

El vicepresidente de Jobbik, Daniel Zsiga-Kárpát, es el número diez en la lista de ‘Unidos por Hungría’ que lidera el independiente Péter Márki-Zay para las próximas elecciones, por lo que es probable que el partido radical pueda obtener un ministro en el Gobierno húngaro.

Zsiga-Kárpat pertenece a un partido político que, pese a que ahora intenta limpiar su imagen con la realización de actividades de divulgación para grupos judíos locales, entre otras medidas, tiene una larga trayectoria antisemita. Así lo ha recordado el diario ‘The jewish voice‘ con una publicación en la que desenmascara a Jobbik y, además, retrata a su vicepresidente con un vídeo en el que, entre risas, realiza el saludo nazi en un acto del partido.

En la lista de actitudes antisemitas que el partido hasta hace poco no escondía, destacan las declaraciones de la que fue su cabeza de lista en las elecciones al Parlamento europeo en 2019, Krisztina Morvai. En respuesta a las críticas de la comunidad judía húngara, la eurodiputada opinó que estaría feliz si los “supuestos judíos húngaros orgullosos volvieran a jugar con su diminuta cola circuncidada». Al contrario de lo que se esperaba entonces, esta afirmación no ahuyentó a los votantes y Jobbik obtuvo tres escaños en la Eurocámara y casi el 15 por ciento de los votos.

Otra de las figuras destacadas del partido, Márton Gyöngyösi propuso en el año 2012 elaborar una lista de los judíos que formaban parte del Gobierno húngaro. El por entonces vicejefe del grupo parlamentario afirmó que «se deberían preparar listas de aquellos judíos en el gobierno y en el Parlamento, que podrían significar un riesgo para la seguridad nacional«.

Sin embargo, Jobbik no solo persigue a los judíos, también ha liderado el acoso a la comunidad gitana. Mientras Orbán ha promovido políticas en favor de la integración de los gitanos y ha condenado la violencia contra ellos –incluso aumentó la protección policial en las zonas donde se estaban produciendo ataques contra la comunidad– el programa del partido de ultraderecha se basa en la segregación de los zíngaros. Así, Gyöngyso propuso “separar a los niños gitanos en internados para sacarlos de lo que los rodea: de las influencias de sus padres, pero sobre todo de las de la comunidad, que es desesperanzadora”.

Jobbik considera que la comunidad gitana es incapaz de integrarse en la sociedad y la culpa en exclusiva del delito de hurto. En esta idea se basó la creación de la Guardia Húngara, una organización vinculada al partido formada por civiles uniformados que patrullaba por los pueblos de Hungría para aterrorizar a los zíngaros hasta que fue prohibida en 2009.

Como ha hecho ‘The jewish voice’ con la publicación del citado artículo, Orbán ha advertido de la amenaza que esta coalición en la que se encuentra Jobbik representa para Hungría. «Las comunidades que antaño tenían identidades independientes han sido sustituidas por el frente popular de la izquierda que sirve a la red de Soros«, alertó el líder húngaro en un artículo publicado por el periódico conservador Magyar Nemzet.

Fidesz lidera por ahora las encuestas de intención de voto. El barómetro más reciente, publicado a finales de enero por el instituto demoscópico Republikon, da al partido el 39 por ciento de los apoyos, y al bloque opositor, Unidos por Hungría, el 37.

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