«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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El régimen de Xi Jinping tiene capacidad económica y militar para imponer la 'unificación'

La amenaza de Xi Jinping a Taiwán y el papel de EEUU

El presidente de China, Xi Jinping, en una fotografía de archivo.
El presidente de China, Xi Jinping, en una fotografía de archivo. Europa Press

Durante la controvertida presidencia de Richard Nixon y en plena vigencia de la Guerra Fría Estados Unidos experimentó una serie de cambios en materia económica y diplomacia que tuvieron repercusión mundial: el cambio de la convertibilidad directa del dólar en oro y tuvo lugar la tristemente célebre Resolución 2758 de la Asamblea General de las Naciones Unidas que significó la incorporación de la China comunista como el «representante legítimo de China ante las Naciones Unidas«. En este sentido, fueron expulsados los representantes de Taiwán.

Desde entonces paradójicamente la China libre, capitalista y democrática no sólo quedó excluida del sistema internacional, es decir, de casi todas las instituciones que lo conforman directa o indirectamente, sino lo que es peor: quedó bajo la amenaza de perder su independencia por la concepción de los sucesivos gobiernos comunistas en Pekín de que sólo existe «una China», la gobernada totalitariamente por el Partido Comunista.

Históricamente todos los presidentes de la China comunista desde Mao hasta Xi Jinping han prometido la «unificación de China». La gran diferencia de hoy es que el actual mandatario por primera vez tiene la capacidad económica y militar para poder realizar dicha unificación mediante la fuerza. Hoy, Pekín está en plena fase de expansión imperialista. Primero ,a la cual le ha llevado primero con Macao, luego Hong Kong… y todo indica que la siguiente en la lista de Xi Jinping es Taiwán.

En esa tónica, el periodista peruano Jaime Bayly aseguró en su programa televisivo por la cadena MegaTV que «China es una amenaza peligrosísima y cada día es una amenaza más inquietante». «China en cualquier momento va a dar el zarpazo en Taiwán y Taiwán va usar sus fuerzas militares para defenderse (…). Biden ignora el peligro que se avecina, la bota china que ya aplastó a Hong Kong va a aplastar a Taiwán».

Pero no todo es tan negativo para los valientes y heroicos taiwaneses, porque, contrariamente a la sombría proyección de Bayly, Joe Biden ha mantenido la política de Donald Trump respecto a Taiwán. Así, en el Foro CNN Anderson Coper preguntó en dos ocasiones al mandatario si EEUU protegería a Taiwán frente un posible ataque por parte de China. «Si, tenemos el compromiso de hacerlo», respondió Biden. Así dejó claro que EEUU está comprometido en acudir en la defensa de Taiwán ante un posible ataque del imperio comunista chino.

Además, el Secretario de Estado de EEUU Antony Blinken declaró que Taiwán era un «socio crucial de EEUU». «Alentamos a todos los Estados miembros de la ONU a que se unan a nosotros para apoyar la participación sólida y definitiva de Taiwán en todo el sistema de la ONU y en la comunidad internacional (…). Taiwán es un socio crucial de Estados Unidos y un éxito democrático».

Y todo pese a que formalmente Washington tiene relaciones diplomáticas con la China comunista y no con Taiwán, cuya inclusión en el sistema internacional permitiría la pervivencia de una democracia modelo como la taiwanesa y sus aportes al mundo en temas cruciales como la salud, el tráfico aéreo, la aviación civil o el combate al crimen organizado trasnacional.

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