Al fin, las predicciones de los ‘expertos’ suelen, con deplorable frecuencia, revelar más sobre los intereses del sujeto que predice que sobre lo que realmente va a ocurrir, y hasta las encuestas, como demostraron las presidenciales norteamericanas o la votación sobre el Brexit, pueden manipularse o cocinarse a placer. El defecto fundamental de ambos sistemas de pronóstico es que no hay, como repite a menudo el autor Nicholas Nassim Taleb, “skin in the game”, es decir, no pagan precio alguno si se equivocan.
Otra cosa, en cambio, es jugarse el propio dinero. Por eso se ha hecho más y más frecuente acudir a las grandes casas de apuestas internacionales, donde miles de particulares mueven decenas de millones apostando por cualquier resultado futuro imaginable, para pulsar el estado de opinión ante cualquier cita electoral. Y en esas apuestas, Trump aparece ya posicionado para alzarse con la victoria en las próxima presidenciales de 2024.
Lo cuenta el diario Las Vegas Review-Journal: la semana pasada Trump adelantó a Biden en perspectivas de victoria para 2024. La casa Smarkets da al expresidente una posibilidad del 20% de volver a la Casa Blanca (4 a 1), frente al 19% de Biden y el 13% de la vicepresidente Kamala Harris.
«Es un fenómeno bastante impresionante el que un presidente derrotado tras un solo mandato aparezca como favorito frente al mismo tipo que le venció y ocupa la presidencia”, declara al periódico Matthew Shaddick, jefe de la división de Mercados Políticos de Smarkets. “Pero todos sabemos que Donald Trump no es un político normal».
Shaddick es consciente de que la fecha clave queda aún demasiado lejos para hacer demasiadas conjeturas, pero añade que «las más recientes señales del mercado sugieren que podríamos estar dirigiéndonos hacia una repetición del enfrentamiento Biden contra Trump en 2024, con una ligera ventaja del segundo sobre el primero, según la actividad de las apuestas.
En Ladbrokes, Trump mantiene una ventaja de 350 puntos sobre Biden (4 contra 1, una vez más), con Harris a 5 contra1.
Para llegar a esa ‘segunda vuelta’, primero sería necesario, naturalmente, que Trump ganase las primarias republicanas y se convirtiese en el candidato del partido, una posibilidad que Smarkets calcula a estas alturas en un 45%, algo menos de la mitad.
Si es cierto que lo importante en estas magnitudes no es la ‘foto fija’, sino la tendencia que marcan, Trump está de enhorabuena. Sus probabilidades no han hecho más que mejorar de forma constante a lo largo del año, especialmente desde que la popularidad del actual presidente empezó a hundirse este verano -en su primer año de mandato-, como consecuencia en buena medida de su desastrosa retirada de Afganistán y la no menos desastrosa gestión de la vacunación contra el covid. Shaddick insiste en que «no hay absolutamente ningún indicio de que los votantes republicanos hayan desertado del bando de Trump, que lidera todas las encuestas sobre las primarias republicanas a una cómoda distancia del segundo».
¿Qué podría darle la vuelta a esta tendencia? Incontables factores, por supuesto. Shaddick cita posibles malas noticias para el neoyorquino en aspectos de salud o incluso jurídicos, pero insiste en que «tiene una probabilidad de dos tercios de presentarse a las próximas presidenciales».
Al otro lado del Atlántico, en cambio, no ven a Trump como ganador. En Betfair de Londres, el favorito es Biden (4 a 1), mientras que Harris se mantiene a 5 a uno.
En Estados Unidos no es legal apostar dinero en casas de apuestas por el resultado de unas elecciones. Oficialmente. Pero en firmas de apuestas extranjeras que operan ilegalmente en Estados Unidos, hace notar el diario, Trump es el favorito sobre Biden y Harris en BetOnline y en SportsBetting.ag.