La Cámara de Diputados de México ha aprobado una reforma del Poder Judicial que supuestamente contempla fortalecer al Tribunal Superior de Justicia como tribunal constitucional y reforzar la lucha contra la corrupción, entre otros.
La oposición no se ha mostrado conforme con esta enmienda por considerar que favorece al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar.
Mientras Zaldívar ha aseverado que esta reforma ayudará a consolidar «una mejor justicia, más cercana, sensible y profesional en beneficio de la gente», Dante Delgado, líder de Movimiento Ciudadano, afirmó en que el dictamen concentra el poder en el presidente de la Corte y trastoca los únicos instrumentos que tienen los estados para ejercer un contrapeso a la Federación.
Por su parte, el miembre del PAN, Damián Zepeda ha declarado que “Ni siquiera lo oculta el presidente de la Corte; abiertamente dice que el corazón de esta reforma es deshacerse de miles de casos y yo le pregunto a la oposición: ¿Por qué le van a quitar una defensa al municipio?, en un momento de ataque frontal del Gobierno federal a los estados y municipios. Hay dos vías de controversias constitucionales: la que ataca la constitucionalidad y la que ataca la legalidad, que es lo que usa un municipio cuando un estado no le está entregando sus participaciones, por ejemplo”.
Según el dictamen, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, mantiene la facultad de revisar los acuerdos del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) y también sobre la designación de jueces o magistrados, su remoción o ratificación, mientras que el CJF tendrá facultades para conocer de violaciones graves a derechos humanos.
