«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
En octubre se produjeron 80 detenciones arbitrarias en la isla

La dictadura comunista de Cuba utiliza el delito de ‘sedición’ para perseguir a la disidencia

Un manifestante es detenido por la Policía durante las protestas contra el régimen en Cuba. Twitter
Un manifestante es detenido por la Policía durante las protestas contra el régimen en Cuba. Twitter

El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) ha denunciado este miércoles que la dictadura de Cuba utiliza el delito de «sedición» para juzgar a personas que salieron a protestar el pasado mes de julio y reunieron a miles de personas manifestándose por la falta de medicinas, alimentos y en favor de las libertades.

En un comunicado, el director ejecutivo del OCDH, Alejandro González Raga, ha criticado que «culpar de sedición a quienes salieron espontáneamente a las calles a pedir libertad resulta intolerable».

«El uso de los artículos más severos del Código Penal para castigar el disenso y amedrentar al resto de los ciudadanos es vergonzoso y forma parte de la criminalización de las protestas por parte de un régimen desbordado y sin soluciones», ha agregado.

De acuerdo con datos parciales obtenidos por el observatorio, al menos 40 ciudadanos se enfrentan al supuesto delito de «sedición» y podrían ser condenados a penas superiores a los 20 años de prisión.

Entre los casos más graves se encuentran los de Alejaime Lambert Reyes, de 22 años, y Carlos Alberto Hernández Pérez, de 23, ambos con una petición fiscal de 26 años de cárcel.

En este contexto, González Raga ha advertido de que «el clima represivo se incrementa estos días», de cara a la convocatoria de una marcha cívica el próximo 15 de noviembre.

Así, ha pedido el apoyo de la comunidad internacional. «La comunidad internacional no puede permanecer en silencio ante las escandalosas peticiones fiscales por el 11J y las amenazas y coacciones que sufren los ciudadanos en la proximidad del 15N», ha resumido.

Datos del OCDH muestran que en octubre se produjeron al menos 579 acciones represivas, 80 de ellas detenciones arbitrarias. Entre los abusos más utilizados contra activistas, periodistas independientes y artistas están el sitio de viviendas –313–, las citaciones policiales, el hostigamiento y las amenazas.

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