La Guardia Civil intervino esta semana 20 toneladas de naranjas procedentes de Egipto que estaban contaminadas con clorpirifos, un plaguicida cuyo uso en la industria alimentaria está prohibido en la Unión Europea desde 2020, según informó la Benemérita en un comunicado.
La operación, llevada a cabo con la colaboración de la Dirección General de Salud Pública y Adicciones de la Comunidad Valenciana, se saldó con la investigación de siete personas por delitos contra la salud pública, falsedad documental, contra el comercio y los consumidores, y por constitución de grupo criminal.
Las naranjas, ya retiradas del mercado, fueron adquiridas en Barcelona por el líder de esta red, que conocía el empleo de este plaguicida prohibido en los cítricos que pretendía vender.
Desde el sindicato Solidaridad han denunciado que los productores españoles se están arruinando por culpa de la competencia desleal que sufren como consecuencia de la entrada de producto extracomunitario que, además, perjudica a la salud.
«Los productos que vienen de países extracomunitarios arruinan a nuestros agricultores con su competencia desleal, pero además ponen en peligro nuestra salud», han señalado a través de Twitter, antes de afirmar que «España debe recuperar su soberanía alimentaria».
