Que autoridades y magnates ucranianos, chinos et al. no hacían pingües negocios con Hunter Biden por sus especiales talentos o su insólita capacidad lo entiende el más lerdo, y eso ya debería bastar para que el escándalo abriera cada día los telediarios y los rotativos, porque si untaban al hijo era para que el padre usara su poder político como vicepresidente a favor de los intereses de tan generosos políticos y empresarios.
Pero la investigación en marcha en los correos de Hunter Biden, recuperados de un portátil que dejó abandonado en una tienda de reparaciones, está empezando a tocar al actual presidente y a sugerir respuestas a preguntas que se hacen desde hace años sobre la fortuna de Joe.
Y es que hasta ahora el presidente ha podido protestar ignorancia, asegurar que no sabía una palabra de todos estos multimillonarios negocios de su hijo en el extranjero, en los mismos países cuyos destinos dependían de una decisión de la Administración estadounidense. Y aunque la afirmación no tiene sentido, es difícil rebatirla en un tribunal. Aunque Joe Biden y su mujer compartieran oficina con Hunter Biden y un empresario chino (en la práctica, un agente del Partido Comunista Chino). Y aunque Joe Biden también ha mantenido numerosas reuniones con personas con las que estaba tratando Hunter Biden.
Hasta ahora.
Ahora, el diario británico Daily Mail informa que Joe Biden tiene 5,2 millones de dólares en ingresos «inexplicables» que coinciden con un período en el que sus finanzas y las de su hijo estaban inextricablemente unidas.
“Joe Biden acordó pagar los honorarios legales de su hijo Hunter por su acuerdo con una empresa controlada por el gobierno chino, revelan los correos electrónicos”, se lee en el diario británico.
“La revelación vincula aún más al presidente con los tratos comerciales en el extranjero de Hunter, y hace que sus afirmaciones anteriores de que nunca los discutió con su hijo sean aún menos plausibles”.
Que el patriarca de la ‘famiglia’ y ‘conseguidor’ político que daba sentido a todos los tejemanejes de su hijo se llevara una buena tajada por su participación resulta natural, aunque políticamente letal. Pero es que según los archivos oficiales, el presidente declaró casi 7 millones de dólares más de ingresos en sus declaraciones de impuestos que en sus informes de transparencia del Gobierno, según muestra un análisis realizado por DailyMail.com. Parte de esa diferencia se puede atribuir al sueldo de la Primera Dama, Jill Biden, y otras partidas que los informes de transparencia no exigen, pero aún así quedan 5,2 millones ganados por la empresa de Joe y que no figuran en sus informes de transparencia.
