La ministra de Familia de Hungría, Katalin Novák, ha aceptado la nominación como presidenta del país por su partido, Fidesz, cuando el mandato de János Áder expire el próximo año.
«Me estoy preparando para esta desafiante tarea con fe, espíritu y corazón. Acepto respetuosamente la nominación como presidente de Hungría», ha señalado en un mensaje en Twitter.
Novák es una de las referencias del Gobierno de Viktor Orbán, que busca revalidar la mayoría en las elecciones parlamentarias de 2022 manteniéndose fiel a sí mismos, y leal a Hungría y a los húngaros.
El Ejecutivo ha priorizado las ayudas a las familias y a la maternidad, ha introducido una legislación favorable a la familia, un mayor apoyo financiero con un sistema tributario que ayuda a quienes tienen hijos. Así, ha logrado pasar de una tasa de fecundidad del 1,23 en 2011 al 1,56 en diez años, y ha duplicado el número de matrimonios.
Además, ha aprobado una ley que protege a los menores -al imponer penas más duras para los condenados por pedofilia- y prohíbe el adoctrinamiento LGTBI en las escuelas. «Los niños no deben recibir ningún tipo de propaganda en las escuelas, sino que deben ser protegidos y es trabajo del Estado hacerlo (…). Esto es lo que nos piden los padres húngaros: evitar que sus hijos se vean expuestos a influencias ideológicas en la escuela», señaló la propia Novak en una entrevista.
En este sentido, el Ejecutivo ha reiterado que su intención es «defender a nuestros hijos y dejarlos ser niños sin utilizarlos para ninguna base ideológica» y que una parte central de su pensamiento es que es «primordial» el interés del niño y su bienestar.
