«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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UN GRUPO DE PERIODISTAS KIRCHNERISTAS SEÑALA A LOS DISIDENTES

La multinacional abortista Planned Parenthood financia la creación de listas negras en Argentina

Captura del informe elaborado por periodistas kirchneristas. La Gaceta de la Iberosfera

Un grupo de periodistas kirchneristas sobrefinanciados por su pertenencia al establishment político argentino ha volcado ingentes esfuerzos en una publicación a la que llamaron Reacción Conservadora. Se trata de un informe subido a un sitio web (reaccionconservadora.net) destinado a descubrir información sobre una lista de personas y organizaciones a la que consideran el “nuevo conservadurismo” en la Argentina.

El informe está dividido en capítulos entre los que se destacan uno dedicado a exponer las supuestas conexiones argentinas con VOX y un mapeo de cuentas de Twitter que dibuja una trama de relaciones con categorías de opinada seriedad como que: tal “es amigo de” o es “novia de”, en donde un extenso índice describe cuentas (algunas con seudónimos que han conectado con nombres de personas vulnerando datos personales). Los creadores de esta auténtica “lista negra” creen estar haciendo una obra seminal diciendo “El objetivo de esta investigación es identificar a sus principales integrantes (llama así a las personas, organizaciones o cuentas que no comulgan con el pensamiento izquierdista oficial) y a su red de vínculos; contar cómo actúan en la Argentina y su relación España, y aportar una mirada histórica sobre este ‘nuevo’ conservadurismo”.

Los “investigadores”, son: Ingrid Beck, Flor Alcaraz, Paula Hernández, Paula Rodríguez, Juan Elman y Soledad Vallejos que declaran que trabajaron: “Con las herramientas del periodismo de investigación y las que aportan las nuevas narrativas digitales, buscamos que nuestras publicaciones produzcan incidencia política, interactúen con las audiencias y generen impactos y transformaciones reales”, vale decir que se pasaron años mirando mucho twitter al mejor estilo de la película “La vida de los otros”, para luego hacen informes rentados. Todos estos “periodistas” trabajan en medios oficiales o medios que viven exclusivamente subsidiados por el kirchnerismo y los sindicatos afines.

El domingo 13 de mayo se publicó el informe pero no tomó notoriedad hasta que un grupo de los tuiteros afectados comenzó a alertar sobre su existencia. A los pocos minutos se convirtió en tendencia bajo el hashtag #LaGestapoArgentina. Lo curioso es que el informe no tuvo tanta difusión por la capacidad comunicativa de sus integrantes sino por la difusión irónica que dieron los propios espiados. Medios masivos, políticos y miembros de la academia e influencers se plegaron al hash #LaGestapoArgentina, como denuncia al sistema de exposición y delación que, desde el poder, se quiso hacer de las voces disidentes que el kirchnerismo no tolera. Acto seguido los no tan valientes investigadores pusieron de inmediato candado en sus cuentas y se negaron a dar entrevistas sobre su pérfido trabajo. A partir de la viralización del hashtag, la web se cayó por el tránsito intenso y aún permanece caída. Antes de que el sitio cayera, se podían buscar personas a partir de distintos filtros: por actividad (redes sociales, partidos políticos, iglesias, think tanks, organizaciones de la sociedad civil), por territorio o por nombre (o nick name). Al cliquear en cada foto (que es la de perfil de Twitter), aparecía una biografía y su red de vínculos.

También los miembros de la investigación realizaron engañosas entrevistas periodísticas que conforman la otra parte del informe, pero jamás explicaron que la información era la base para la creación de listas destinadas a señalar opositores y exponer sus datos y relaciones personales. En efecto el esquema interactivo plantea como sospechosa la interconectividad de personas o fakes de twitter y sus relaciones de trabajo, amistad e incluso sexuales. Según publicó en el diario sindical/kirchnerista Página 12 la periodista Soledad Vallejos “aún en formación, la alt-right argentina está en pie de guerra y funda su identidad en un objetivo común: atacar, obstaculizar y evitar la agenda de derechos humanos en general, y la de las mujeres y disidencias en particular” (?)

Según Vallejos “la nueva derecha argentina es un universo que tiene lazos con su par español”, considerándola un “fenómeno global” mostrando un encono muy claro contra la agrupación política española VOX a la que apuntan todos los cañones. El grupo firmante de la investigación Reacción Conservadora ve también conspiraciones ultra aceitadas entre miembros parlamentarios de la oposición argentina centralizada en el partido del expresidente Mauricio Macri, el PRO. No deja de sorprender el extravío de estos investigadores ya que fue justamente el partido de Macri el que habilitó el tratamiento de la legalización del aborto que fue apoyada por muchísimos de sus diputados que, además, avalan la misma agenda progresista/feminista/verde que el kirchnerismo. De hecho, son tanto los diputados del oficialismo de Alberto Fernandez como los de la oposición los que acaban de votar en conjunto las leyes que otorgan privilegios de contratación, empleo, crediticios a cupos del colectivo trans y que obligan a medios de comunicación a tener planta de personal con paridad de género y lenguaje inclusivo.

Existe en realidad un diputado con el que la izquierda mediática tiene especial inquina. Se trata de Francisco Sánchez, un político del sur argentino que es firmante de la CARTA DE MADRID y que viene votando en solitario contra toda la agenda socialista que triunfa en el Congreso. Les ofende especialemnte un proyecto de declaración que proponía “expresar beneplácito por la celebración de la declaración del Consenso de Ginebra sobre el fomento de la salud de las mujeres y el fortalecimiento de la familia, adoptada el 22 de octubre de 2020, que reafirma que no hay un derecho al aborto” que solicitaba “al Poder Ejecutivo proceda a la adhesión de la declaración del Consenso de Ginebra sobre el fomento de la salud de las mujeres y el fortalecimiento de la familia y el no derecho al aborto”.

Uno de los problemas que tiene la izquierda dueña del establishment político y de las instituciones del gobierno en Argentina es la libertad de expresión. De hecho han instituido un organismo de control llamado NODIO, un Observatorio que funciona como policía del pensamiento de medios de prensa y plataformas digitales. Lanzado en octubre del año 2020 NODIO busca exponer la “desinformación” según el relato oficial kirchnerista. Su directora es Miriam Lewin ex miembro del grupo terrorista Montoneros que también dedicó su vida profesional a hacer escraches periodísticos. La policía del pensamiento progresista también ha logrado que los medios privados tengan en sus plantas de empleados a comisarias de género que oficien de censoras de todo lo que se publica que no responda a la ideología de género. 

Pero el kirchnerismo no ha podido dominar las redes y en especial Twitter que para ellos “es el espacio por excelencia para la difusión, pero también para la construcción de una comunidad y la definición de una narrativa común”. Según descubren los redactores de Reacción Conservadora en el “análisis de hashtags y cuentas del ecosistema conservador tuitero, se observa, en primer lugar, la existencia de una comunidad en la que un número de usuarios interactúan continuamente entre sí, en algunos casos formando vínculos que exceden la virtualidad”. Notable agudeza de los investigadores kirchneristas que han descubierto que jóvenes de 20 años que interactúan en redes se conocen, se juntan, entablan amistades y hasta puedan tener relaciones sexuales. Algo aparentemente impensado y que ven como gran hallazgo.

Satura la obsesión del informe la capacidad de crear tendencias y de influir en redes de algunos influencers: “Además del espacio colectivo, es posible identificar cómo un puñado de cuentas tiene una capacidad altísima de difundir mensajes e instalar hashtags. También se advierte cómo las prácticas varían según si el discurso está centrado en la oposición al aborto, o si abarca otras cuestiones más amplias como el feminismo y el progresismo”. Entre los citados se destacan Agustín Laje y Javier Milei, pero tienen especial manía con una cuenta llamada @GordoMonstruo. Se trata de un tuitero anónimo que organiza colectas solidarias para sectores vulnerables sin asistencia del Estado, hecho que hace estallar la capacidad de comprensión del mundo kirchnerista acostumbrado a utilizar la asistencia estatal como dádiva para la influencia política, invariablemente. 

De hecho hay un apartado llamado El caso Gordo Monstruo o «cómo trollear a los progres». La cuenta de referencia es de las más denunciadas debido a su gran influencia y capacidad de generar tendencias. Va como por su décima versión pero a pesar de haber perseguido a su autor hostigando a su familia y a su trabajo no han podido impedir que siga generando contenidos. El autor es conocido como el OSO y según el informe ha “devenido rápidamente en un personaje, ganó adhesión y masividad dentro del ecosistema conservador. De hecho, por unos meses se generó un movimiento conocido como “osismo” (en ese momento, previo a la primera suspensión de Twitter, la cuenta se llamaba @OsoGordoIntenso) donde otras cuentas se cambiaban el alias y actuaban como “filiales” de la cuenta original para difundir tweets con el mismo tono reaccionario” claramente un dolor de cabeza para el periodismo militante que se mete con un joven que hace donaciones y colectas públicas. 

Asimismo, apenas salió a la luz la confección y financiación del informe Reacción Conservadora mereció un repudio generalizado que curiosamente no llegó de los sindicatos de prensa que prefirieron solidarizarse con los acosadores en lugar de con los acosados.

Uno de los tuiteros investigados señalaba con acierto que los miembros firmantes del informe son activos militantes de las organizaciones feministas. Se trata de voces determinantes en el movimiento feminista argentino que, paradójicamente se opusieron a que exista un “registro de violadores” pero promueven el registro de tuiteros, algunos de los cuales apenas superan la mayoría de edad y no han cometido delito alguno. 

De hecho, la cabeza del proyecto ha tenido la genial idea de registrar para su beneficio personal la marca “NI UNA MENOS”, pero no muestra su solidaridad frente a las graves menciones sobre la actividad y conexiones de tuiteras mujeres a las se maltrata en menoscabando a su persona. Parece que el feminismo argentino es sororo siempre y cuando se comulgue con sus puntos de vista.


Según contó la directora del proyecto: Ingrid Beck, periodista ultraoficialista que trabaja en Radio Nacional Argentina, este trabajo fue financiado por la organización internacional Planned Parenthood Federation que: “Se hizo cargo de todos los costos”. Durante la Tercera Conferencia Internacional sobre Planificación de la Familia de 1952, se fundó la Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF) que hoy agrupa 118 Asociaciones y opera en 129 países. Cada oficina regional distribuye fondos a la región. El trabajo de IPPF es supervisado por su Junta de Fideicomisarios y millones de voluntarios trabajan con la Federación en todo el mundo. Tal vez este conglomerado de voluntarios, burócratas y donantes debieran saber a qué tipo de actividades se destinan los fondos que reciben de gobiernos y de privados: al espionaje de jóvenes y a la persecución por sus ideas. ¿Es que Planned Parenthood usa su dinero para perseguir la libertad de expresión o el periodismo kirchnerista ha estafado al mismísimo Soros?

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