«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
RECHAZAN LA CUARTA TRANSFORMACIÓN

La oposición a AMLO crece: los mexicanos castigan el abuso de poder de Morena

Foto: EuropaPress
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Europa Press

El voto en México en las elecciones intermedias del domingo se expresó como un claro rechazo a Morena y la Cuarta Transformación de AMLO.

De entrada, la Ciudad de México, que se pensaba como el más poderoso bastión de la izquierda mexicana en el país, dejó de serlo. Se partió, textualmente, en dos.

Ahora la derecha, el PAN, y el PRI, en coalición junto a otras siglas del centro en el espectro político, ha ganado espacios como no pasaba en décadas.

La alcaldía Benito Juárez, casa de la sede nacional de partido de derecha, el PAN, en algún momento reciente era una isla, un reducto de la democracia, rodeada de alcaldías tomadas por la izquierda.

Pero ahora es muy distinto: Santiago Taboada, el alcalde de esa demarcación, un joven panista de trabajo duro, con futuro prometedor, fue reelegido y estará acompañado por alcaldes vecinos de la coalición opositora PAN-PRI-PRD.

Azcapotzalco será gobernado por Margarita Saldaña, panista. Mauricio Tabe, durante años líder panista de la capital, lanzado a su primera aventura electoral, triunfa junto con su jefe de campaña, Jorge Triana, y gobernará en Miguel Hidalgo.

Sandra Cuevas (PAN-PRI-PRD) sorprendió al desplazar en Cuauhtémoc a su competidora Dolores Padierna, cercana a la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum y muy comprometida con la izquierda radical.

Cuajimalpa seguirá gobernada por el priísta Adrián Rubalcaba, que jugó con la coalición opositora. Lía Limón estará al frente en Álvaro Obregón, por la coalición, igual que Luis Gerardo Quijano en la Magdalena Contreras.

Y Tlalpan, donde Sheinbaum fue delegada (alcaldesa), su bastión, hoy estará gobernado por la oposición también.

La cosa es que la capital de México quedó partida en dos, justo como Alemania de la guerra fría, donde la mitad oriental está teñida de socialismo, y la parte occidental representa la democracia y la defensa de las instituciones.

En la Cámara de Diputados, Morena -y sus partidos satélites-, perdió terreno: tenía 332 diputados (de un total de 500), y obtuvo 281.

Así, conserva una mayoría simple, o sea más de la mitad.

La oposición, es decir PAN, PRI, PRD, que fueron en unión, y Movimiento Ciudadano, tenía 168 curules; ahora ganó 219.

Lo que algunos celebran es que la 4T no cuenta con las dos terceras partes para seguir haciendo reformas a la Constitución, entre ellas la más preocupante es la «extensión» del periodo presidencial, eufemismo para perpetuarse en el trono, algo propio de una tiranía, no de una democracia.

Así, entre ahora y septiembre, que inicia la nueva legislatura, como sea pueden aún convocarse periodos especiales de sesiones en las que se aprueben con premura los despropósitos socialistas, centralistas, de Morena.

Para no ir más lejos, AMLO dijo la mañana de este martes 8 que podría conseguir su mayoría calificada con el voto de algunos diputados del PRI.

Qué penoso será que algunos de ese partido traicionaran a la oposición y vendieran su voto para que AMLO haga reformas constitucionales que no convienen a una auténtica democracia. Se enciende un foco rojo.

Ahora bien, también se jugaron 15 gubernaturas. Ahí no le fue bien a la oposición. Morena y sus aliados ganaron 11. El PAN sólo dos. El Verde -satélite de Morena, al menos hasta hoy-, gana San Luis Potosí, y la joya de la corona de esta temporada de patos, Nuevo León, va para el polémico Samuel García, de Movimiento Ciudadano.

Llegan 6 mujeres a ocupar gubernaturas: Baja California, Colima, Chihuahua, Tlaxcala, Campeche, y Guerrero.

Hay además otras dos gobernadoras en funciones: En Sonora y en la Ciudad de México (Jefa de Gobierno), por lo que sumarán 8 en total, de 32 entidades federativas. De esas 6 nuevas, solo una es de oposición, del PAN: Maru Campos, de Chihuahua.

Si bien en 2021 no apareció en la boleta AMLO, como en 2018, su aceptación en las urnas pasó de 30 millones de votos a sólo 16.1 millones de votos para Morena.

Aún así, tiene la mayoría al ganar 183 de 300 distritos federales.

En resumen, la oposición luce eufórica, y ha avanzado en la Cámara de diputados, pero esto es una constante en las elecciones intermedias. Morena sigue vivo y con ánimos de consolidar su proyecto socialista.

Como sea, la gente va despertando del sopor de tanta propagada oficialista y al abrir los ojos ve fenómenos impunes totalmente como el metro desplomándose en la línea 12.

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