Durante su reciente visita a España peninsular, el presidente de Ecuador Guillermo Lasso dijo públicamente que la Madre Patria no debería pedir perdón por la conquista, lo opuesto a su homónimo mexicano, cuyo país se ha convertido en la sede del progresismo internacional.
«Decir que España nos tiene que pedir perdón es como ir donde tu mamá y decirle «oye Mami, vas a tener que pedirme perdón porque me diste algunos cocachos y voy a escribir una nueva historia donde no me diste de amamantar, lo que fuiste es una persona mala conmigo», aclamó Lasso. «Eso es contranatural. Yo no participo de esas ideas», agregó.
Lo dijo durante el “Foro ABC España-Ecuador: Pensar el S-XXI”. Como el nombre del evento indica, pensar en la actualidad requiere pensar en las raíces comunes que unen, en lugar de implantar una narrativa que separa a naciones con una historia y lengua común.
El motivo principal de la visita de Lasso es precisamente fortalecer relaciones bilaterales y atraer inversiones.
En su paso por España, Lasso tuvo un encuentro con los inmigrantes ecuatorianos en España para dar a conocer su agenda y escuchar sus pedidos. El diálogo es ahora un cambio en la administración del Ecuador, tras más de una década de autoritarismo.
Qué alegría compartir junto a nuestros hermanos ecuatorianos en Europa, con quienes mantuve un valioso encuentro en Madrid. Es un gran honor escuchar sus ideas y propuestas. Tengan por seguro que este gobierno los apoya y trabaja por el bienestar de sus seres queridos. pic.twitter.com/f0lMDWhqjn
— Guillermo Lasso (@LassoGuillermo) November 6, 2021
Durante el periodo que Ecuador estuvo bajo el control del Socialismo del siglo XXI, el alcalde de Quito, la única capital de América que no celebra la llamada independencia sino la fundación española (Lima celebra ambas) que sistemáticamente fue arrebatada por el proceso socialista, removió las estrofas del himno que honraban la doble herencia: «Oh ciudad española en el Ande, oh ciudad que el Incario soñó, porque te hizo Atahualpa eres grande, y también porque España te amó».
Con lo cual las declaraciones de Lasso no solo reflejan el cambio de la relación del Ecuador respecto a España, sino de la nación frente a su historia. En los años que estuvo el socialismo en el poder, Ecuador se convirtió en puente entre el dinero enviado por el socialismo bolivariano a Podemos, movimiento comunista profundamente anti-hispano a la reconciliación con las raíces.
El legado de España está cuestionado desde la etapa del tirano Hugo Chávez en Venezuela. Así como el bolivarianismo fragmentó la Hispanidad en el siglo XIX, pretende el socialismo rescatar esa figura para hacerlo nuevamente en el siglo XXI.
Ahora, como cabeza del país sede del Grupo de Puebla, la reagrupación de la izquierda regional, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pretende instaurar un discurso anti-hispano que no solo enfrenta a Hispanoamérica con España peninsular, sino a los hispanos con su propia historia, sangre e identidad.
Decía Karl Marx, padre del socialismo científico, que «en la sociedad burguesa el pasado domina el presente y en la sociedad comunista el presente domina el pasado». Desvincular a un pueblo de su origen es clave para instaurar un sistema político ideológico de ingeniería social como es el socialismo que requiere el surgimiento de un «hombre nuevo», sin raíces.
«Es un acto de humildad ofrecer perdón, es un acto que dignifica tanto al que lo ofrece como al que lo recibe», clamó Andrés Manuel López Obrador. Ahora él está siendo enfrentado por el mandatario ecuatoriano que busca sacar al país y a la región de la ideología empobrecedora e ideologizante que logró derrotar en las urnas.