El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo el jueves que no ha sido inoculado aún con la vacuna producida por su país contra el COVID-19, pues no es recomendable para mayores de 65 años.
Según Putin, la vacuna que se emplea en la campaña de vacunación en el país, la Sputnik-V, está aprobada para un determinado grupo de edad, de 18 a 60 años.
“Yo atiendo a las recomendaciones de nuestros especialistas, y por eso por ahora no me he puesto la vacuna, pero lo haré sin falta cuando sea posible”, dijo el jefe del Kremlin al contestar a un pregunta sobre si había vacunado.
Pese a las dudas que ha levantado la vacuna en la comunidad científica ante la opacidad de su periodo de estudio, Putin asegura que «nuestra vacuna es eficaz y segura».
En su conferencia de prensa anual, Putin también indicó que Rusia debía elevar la producción de su vacuna Sputnik V y que algunos de sus componentes podrían fabricarse en el extranjero.
Rusia inició este mes las inoculaciones con Sputnik V a los médicos y otros trabajadores de primera línea en Moscú, y –según las cifras del régimen– ya se han vacunado más de 200.000 personas en todo el país.
El mandatario ruso declaró que confiaba en que un plan para que la farmacéutica británica AstraZeneca pruebe una combinación de su vacuna con la rusa Sputnik V dará resultados.
Rusia ha registrado más de 2,7 millones de infecciones y 49.000 muertes desde el comienzo de la pandemia.