El Ministerio de Salud Pública del régimen comunista cubano ha notificado este martes casi 4.800 nuevos casos de COVID-19, un balance diario que eleva por encima de 900.000 los positivos confirmados desde el inicio de la pandemia.
Las autoridades de la isla tienen en sus registros exactamente 900.512 positivos (4.793 más que el lunes) con casi 22.300 casos activos. La muerte de 45 pacientes más eleva a 7.663 el balance de fallecidos, mientras que un centenar de enfermos se encuentran en estado crítico.
Se trata de una cifra altísima, incluso para un aparato de propaganda tan reconocido por mentir, como el del régimen castrista.
Cuba ha fiado toda su lucha contra el coronavirus a restricciones que ha ido relajando en las últimas semanas, por ejemplo en el ámbito del turismo, y al desarrollo de vacunas propias. Hasta el domingo y según cifras oficiales, más de 5,4 millones de personas habían completado la pauta de vacunación con estos desarrollos científicos locales.
