Este 2021 se cumplen 13 años de la operación Fénix que dio de baja al guerrillero Raúl Reyes en territorio ecuatoriano.
El consejero presidencial de seguridad nacional, Rafael Guarín, se pronunció con respecto a la operación Fénix y afirmó que esta fue la maniobra que preparó el terreno para ejecutar la posterior operación Jaque –que dejaría en libertad a la excandidata presidencial y en ese entonces secuestrada por la guerrilla de las FARC, Ingrid Betancourt y otros compañeros más de cautiverio–.
Esta operación que tuvo lugar en 2008 a cargo del general Eduardo Zapateiro, dio de baja a quien entonces era el segundo al mando y denominado canciller de las FARC, Luis Edgar Dévia Silva, alias “Raúl Reyes”, durante la presidencia de Álvaro Uribe Vélez.
El bombardeo se dio a dos kilómetros de la frontera de Colombia con Ecuador en la zona de Sucumbíos, tuvo como resultado 22 guerrilleros muertos –destacando Raúl Reyes en la lista de fallecidos– y trajo consigo importantes consecuencias para el país.
En primer lugar, supuso un golpe enorme para la guerrilla de las FARC. Fue el hito que precedió duros choques que debilitarían a la organización terrorista y traerían mayor seguridad para un país que en ese momento se encontraba sumido en la violencia.
En segundo lugar, el operativo puso a tambalear las relaciones que Colombia tenía con el vecino país y específicamente con su jefe de Estado, Rafael Correa, quien se mostró en contra de la acción militar y decidió emitir comunicados diplomáticos en respuesta, hasta el punto en que demandó a Colombia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la muerte de Franklin Aisalla Molina durante el bombardeo.
“Fue una operación planeada segundo a segundo en donde no se dejó ningún detalle al azar”, afirmó Zapateiro, general a cargo del operativo.
Posteriormente, gracias a la intervención, se rescataron dispositivos que serían claves para entender estrategia e inteligencia interna de la guerrilla, como lo fue el computador de Reyes, además de maletines equipados con CD’s y documentos.
El material trataba temas y brindaba evidencia de reuniones clandestinas, relaciones con el dictador venezolano Hugo Chávez, compra de misiles a Libia, campaña de desprestigio al presidente Álvaro Uribe y pago en petróleo y dólares a cambio de secuestrados.
Fue palpable así la evidencia de la financiación por parte de Venezuela y Ecuador a los criminales de las FARC.
A raíz del aniversario del operativo, Sandra Ramírez alias Griselda Lobo, senadora del partido de FARC ahora denominado “Comunes”, se pronunció defendiendo la memoria del criminal Raúl Reyes: “Un día como hoy, pero de 2008 fue asesinado nuestro compañero Raúl Reyes. Su legado y su lucha incansable por la construcción de una Nueva Colombia sigue presente en nosotros”, compartió en su cuenta de Twitter acompañado de una foto del guerrillero.
Este trino generó todo tipo de críticas de sectores políticos, entre ellos, el expresidente Uribe, quien se pronunció.
“La Operación contra Raúl Reyes fue contra los terroristas invasores del país hermano, nunca contra Ecuador. La operación permitió liberar a Ingrid, 3 americanos y varios colombianos 2 meses después. Los computadores de Reyes probaban los vínculos de las FARC con la política doméstica e interna. En vano”, afirmó el expresidente.
Por su parte, Ernesto Macías, senador del partido político Centro Democrático declaró que “los momentos felices de los colombianos hay que recordarlos: un día como hoy, 1º de marzo de 2008, cayó abatido el narcoterrorista alias Raúl Reyes, uno de los peores crimínales de la historia del país. Fue un día de júbilo para Colombia, gracias a la Seguridad Democrática”.
