«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
El Departamento de Propaganda comunista chino usa el periódico español

Todo lo que necesitan saber sobre China, por gentileza de ‘El País’

«Casi todos los fines de semana, Luo Hua lleva a su hija de 8 años a un club ecuestre a las afueras de Fuzhou, provincia de Fujian. La pequeña, que está en tercero de primaria, lleva tres años asistiendo a clases de equitación. ‘Cuando monta con su precioso  traje de hípica, parece un intrépido caballerito’, se admira Luo, que afirma que la niña disfruta con su caballo«.

Así, con esa repipiez, empieza la noticia «Hípica para niños, a la vez deporte y trampolín social», que es una de las catorce piezas publicadas en el suplemento especial ‘China Watch’ que se distribuyó el pasado jueves en el diario global en español (antes diario independiente de la mañana, el de las 169 portadas a los trajes de Camps y ninguna a los ERE de Andalucía) conocido como El País.

El suplemento China Watch publicado en El País, bajo el lema de ‘Todo lo que necesitas saber’, nos informa de hechos tan relevantes como que ‘China se aficiona al esquí’

Aparte de la cursilada del ‘intrépido caballerito’ (con la a: mujer que monta a caballo, amazona), el resto de las noticias del China Watch, bajo el lema de «Todo lo que necesitas saber», nos informan de hechos tan relevantes como que «China se aficiona al esquí», que hay un sanatorio de muñecos en Shanghai, que el merchandising cultural (los productos de la tienda de regalos de los museos) es una magnifica fuente de ingresos, que las autoridades chinas se han propuesto alcanzar la neutralidad de carbono en 2060 y que «de los cerca de 1,9 millones de agricultores de Guizhou que han sido realojados, el 98 por ciento afirma estar contento con su nuevo hogar». El otro dos por ciento, y es sólo una suposición, deben de ser disidentes hartos de vivir.

De este pelaje son las catorce noticias y algún breve como que en China, «reciclar es un juego» o que el 73 por ciento de los jóvenes chinos están enganchados a las redes sociales. Algo extraño si consideramos que Facebook, Twitter y TikoTok están prohibidas en China. En lo de TikTok, pues ni tan mal.

Pero recuerden, todas estas noticias, la de la pequeña montando a caballo, los 17 millones de chinos que ya conocen el placer de quitarse una bota de esquiar o la confirmación de que un dos por ciento de los agricultores realojados de Guizhou no quiere vivir más, son «todo lo que necesitas saber» sobre China. Todo es todo. Y valeya, que dijo aquella fiscal del 11-M. 

El Departamento de Propaganda chino, dependiente del Partido Comunista, destina cada año 10.000 millones de dólares al sostenimiento de una red de publicaciones en inglés

De dónde salió el coronavirus que tiene semiparalizado a Occidente, de los campos de concentración para el genocidio de los musulmanes uyghures, del dumping que usan las firmas chinas para hacerse con empresas estratégicas extranjeras con dinero púbico chino, de la represión a la disidencia en Hong Kong o del aumento de la fuerza naval y de las islas artificiales para hacerse con el corredor comercial del Mar de la China Meridional amenazando de paso a Taiwán, ya, si eso, otro día y en otro periódico. No en El País, que ni siquiera tiene la lealtad con el lector que se ha gastado un euro y ochenta céntimos de cumplir con lo dispuesto en su libro de estilo que ordena que «Los anuncios cuyo diseño se asemeje a un medio informativo deberán incluir en la cabecera la palabra ‘Publicidad’».

Porque este suplemento, ‘China Watch’, en formato periódico, es exactamente eso: una sucesión de anuncios disfrazados de noticias inofensivas. Estas dos últimas palabras, ‘noticias inofensivas’, son la marca de la casa del Departamento de Propaganda chino, dependiente del PCC, que destina cada año 10.000 millones de dólares al sostenimiento de una red de publicaciones y canales de comunicación en inglés, ruso, árabe y francés, como el China Watch publicado en El País, como parte de la la guerra de información lanzada hace 50 años por el régimen chino. Su máxima es la de conseguir los objetivos del partido sin recurrir a la fuerza militar. Guerra de propaganda. China va bien, mireusté.

Los cuatro primeros medios de comunicación por número de seguidores en Facebook son chinos. Y en China no hay Facebook

El suplemento que de manera tan amable incluyó El País y que, repito, contiene todo lo que uno necesita saber sobre China y ni una palabra más, está redactado por los periodistas del China Daily, propiedad del Partido Comunista Chino y que es la tercera página de noticias del mundo con más seguidores en Facebook. Algo extraño si recordamos que el gigante tecnológico estadounidense está prohibido en China y un poco más extraño cuando uno piensa en si le daría un «me gusta» a una noticia sobre la afición de los niños chinos a la equitación o a la clonación de osos panda.

Pero si el China Daily, los redactores comunistas del suplemento de El País, son el tercer medio de comunicación en Facebook, en el mismo Facebook que censura a Donald Trump y que a La Gaceta de la Iberosfera ya nos ha lanzado dos advertencias por exponer nuestras dudas sobre el plan de vacunación en España, los dos primeros medios en número de seguidores también llevan la marca del lado oscuro tirando a rojo. En primera posición como medio más seguido del mundo —recuerden por tercera vez que en China no hay Facebook—, está la Red de Televisión Global de China (CGTN). En segundo lugar, Global Times, el diario editado por la Oficina de Información del Partido Comunista Chino. En cuarta posición, el telediario oficial Xinhuan. Pues sí. La BBC, el New York Times o la Fox van por detrás del Departamento de Propaganda chino.

Cualquiera diría que es un desastre informativo tener ese nivel de audiencia y de interacciones, pero a los comunistas chinos eso les da igual

Es verdad que las interacciones provocadas por sus noticias inofensivas como el negocio de segunda mano en Alibaba o el éxito de Xi Jingping al crear las «fábricas de alivio de la pobreza» (mano de obra controlada por el Partido), no están a la altura de los medios libres occidentales. Por ejemplo, la noticia publicada ayer de una alerta por tormentas de arena en el norte de China, tiene cuatro comentarios y ha sido compartida cuatro veces entre los 103 millones de seguidores de China Daily en Facebook. Algo mejor le ha ido a la noticia de la maravillosa calidad del algodón en Xinjiang (12 comentarios y 23 veces compartido). Cualquiera diría que es un desastre informativo tener ese nivel de audiencia y de interacciones, pero a los comunistas chinos eso les da igual. La legendaria paciencia china. Gota a gota. Si hay que inundar las redes de noticias sobre cómo entrenar a una cabra (les juro que es cierta) como si en España no lo supiéramos, se inunda.

Ahora, que lo hagan en Facebook, tiene un pase. Que lo hagan en El País y que a alguien le cueste un euro con ochenta céntimos leer que ya hay 400 millones de chinos que son de clase media (para una población de 1.400 millones, lo que descontando los intrépidos caballeritos y los aficionados al esquí, nos da un resultado de alrededor de 998 millones de chinos que viven en la pobreza de la dictadura), pues es como para quejarse al defensor del lector. Si es que todavía existe ese cargo.

Sin embargo, mucho me temo que el defensor del lector se excusaría  en la advertencia publicada en el suplemento China Watch que en un tamaño de letra más pequeño dice asi: «Este suplemento ha sido elaborado por China Daily, un periódico en inglés de la República Popular China, que es el único responsable de su contenido».

En estos casos, siempre es bueno reflexionar sobre el método de esquive ponciopilatano de responsabilidad de El País pensando qué habría dicho el en otro tiempo diario independiente de la mañana, si, no sé, por ejemplo, la dictadura argentina de Videla hubiera pagado un suplemento de noticias inofensivas en el ABC en 1982. ¿Se imaginan?

Y hasta aquí, todo lo que necesitan saber sobre China. Por gentileza, pagada, de El País.

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