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INCIDE EN QUE ES UN 'PROBLEMA DE SEGURIDAD NACIONAL Y HEMISFÉRICA'

Vente Venezuela denuncia la injerencia rusa en el país: ‘Es una estrategia antioccidental que amenaza con destruir las democracias de la región’

Nicolás Maduro y Vladimir Putin durante una reunión en Moscú, Rusia. REUTERS
Nicolás Maduro y Vladimir Putin durante una reunión en Moscú, Rusia. REUTERS

El partido político ‘Vente Venezuela’ ha denunciado, a través de un comunicado, las relaciones que existen entre Nicolás Maduro y Rusia y que se han ratificado después de que la Cancillería rusa anunciase que, de avanzar los ataques de la OTAN en Europa del Este, instalarían en Venezuela los recursos militares necesarios para hacer frente a EE.UU.

El partido que lidera María Corina Machado ha recordado que las conexiones entre el tirano Maduro y Vladimir Putin no son nuevas sino que «Rusia está presente» en el país «desde hace mucho tiempo».

Así, inciden en que la cooperación entre ambos países ha sido vendida «bajo el velo de las relaciones comerciales» cuando en realidad los objetivos de sus acuerdos son militares. «Los rusos son aliados políticos y energéticos del régimen venezolano, con quienes han firmado al menos 260 acuerdos (…). La cifra invertida en armamento, desde 2005, de acuerdo con información del Center for a Secure Free Society, serían unos 11 mil millones de dólares. Todo, a cambio de ceder a los rusos el control casi total de la Cuenca del Orinoco para la explotación minera y petrolera», explica el partido en el texto compartido en su web oficial.

Vente detalla que los vínculos entre Maduro y Putin son aún más amplios y recuerda que el canciller de Maduro, Félix Plasencia, visitó Moscú para discutir sobre temas como cooperación armamentística, energética e ideológica «aun cuando es sabido que Rusia adelanta una guerra híbrida que no se limita a equipos y apoyos militares tradicionales». «Esto incluiría asesoría en espionaje, estrategia, inteligencia y toda una política interior sometida a las prioridades del eje Rusia-Cuba-China», añade.

Para el partido, toda esta estrategia busca dañar al «enemigo común»: Estados Unidos, al que intentan desestabilizar desde distintos puntos de Iberoamérica, como Cuba, Nicaragua y Bolivia. «En el marco de ese panorama, Venezuela sería el epicentro de una estrategia antioccidental que amenaza con destruir las democracias de nuestra región y expandir la influencia de regímenes criminales dispuestos a todo para mantener el poder», avisa.

En este sentido, reclaman la intervención de Occidente y los países de la región para que Venezuela deje de ser un «Estado fallido con fines expansionistas, que somete a su población al hambre y al exilio, y que pone en peligro a las naciones de este hemisferio».

Así, piden la activación del Tratado de Asistencia Recíproca y que Naciones Unidas asuma su «responsabilidad de proteger, olvidada tras meses de discusiones estériles y juegos de reconocimiento que solo han fortalecido al régimen».

Finalmente, insisten en la relevancia de la declaración de la Cancillería de Rusia como una ratificación de la crisis existente en Venezuela y la importancia de resolver el conflicto. «No sólo es de orden humanitario, es también un problema de seguridad nacional y hemisférica. O lo atacamos y resolvemos juntos o juntos también padeceremos las consecuencias del avance de ese gran movimiento antioccidental y criminal», concluye.

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