El Grupo de Puebla, organización que abiertamente ha fungido como instancia de blanqueo de dictaduras hispanoamericanas, ha vuelto a salir al ruedo esta semana para buscar legitimar a la tiranía de Nicolás Maduro.
En un comunicado, la organización izquierdista ha secundado la iniciativa del presidente de Argentina, Alberto Fernández, quien esta semana en un encuentro con su homólogo ecuatoriano, Guillermo Lasso, emplazó a este último a deponer hostilidades y entrar de lleno en el restablecimiento de relaciones con la Venezuela de Maduro.
En primera instancia, el emplazamiento de Fernández causó escándalo en la opinión pública al no ser desestimado abiertamente por Lasso. Sin embargo, con el paso de las horas el presidente ecuatoriano dejó por sentado que, al menos de momento, no está de acuerdo con la idea de renovar vínculos con Maduro. En una entrevista con el medio Clarín, el mandatario dijo: “Respeto a Alberto Fernández, pero yo he sido un permanente cuestionador de lo que sucede en Venezuela”.
Así, el remitido público del Grupo de Puebla estaría buscando agitar las aguas y presionar a quienes, como Lasso, han sido escépticos a la idea de reanudar lazos con el régimen chavista. La determinación de esta organización es clara: servir de puente para la asunción en el contexto regional sudamericano de la idea de que Maduro debe seguir en el poder, sin afrontar cuestionamiento alguno.
“Nos sumamos a lo planteado por el Presidente Fernández, al invitar al resto de los países de América Latina a sumarse a esta señal diplomática de convivencia regional”, reza una parte del comunicado.
Por insólito que parezca, el Grupo de Puebla, conformado enteramente por agentes de la izquierda internacional –y en donde José Luis Rodríguez Zapatero cumple un rol estelar–, ha basado esta vez su petitorio de “fortalecer la integración de América Latina y el Caribe” en un supuesto carácter “no ideológico” de las relaciones entre los países de la región.
“La ideologización de las relaciones internacionales promovida por la derecha latinoamericana está acabando con las posibilidades de integración regional que resulta hoy imperativa para superar una crisis cuyas dimensiones son cada día más globales. El paso histórico dado por el Presidente de la Argentina, hoy Presidente de la CELAC, debe iniciar un proceso de reacercamiento entre todos los países”, señala otra parte del remitido.
Entre los firmantes del mensaje de respaldo a Fernández se encuentran, además del propio Rodríguez Zapatero, Ernesto Samper, Alicia Bárcena, Rafael Correa, Dilma Rousseff, Fernando Lugo y Marco Enríquez-Ominami.
