«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Cambio de Tercio

La Economía del Toro

Diego Sánchez de la Cruz es colaborador habitual en prensa escrita, radio y televisión. Además, es director de la consultora Foro Regulación Inteligente, profesor universitario e investigador internacional del Instituto de Estudios Económicos. En clave taurina, participa en las tertulias y debates del canal Toros de Movistar, así como en otros espacios taurinos de medios, como EsRadio. Su proyecto "La Economía del Toro" es una de las cuentas más influyentes del sector taurino en redes como Twitter (+20.000 seguidores). Ha realizado decenas de estudios económicos y estadísticos del sector cultural taurino. Sus escritos taurinos de índole filosófico y artístico han sido reconocidos con el Premio Zumel de Ensayo Literario-Taurino en tres ocasiones.

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Diego Sánchez de la Cruz es colaborador habitual en prensa escrita, radio y televisión. Además, es director de la consultora Foro Regulación Inteligente, profesor universitario e investigador internacional del Instituto de Estudios Económicos. En clave taurina, participa en las tertulias y debates del canal Toros de Movistar, así como en otros espacios taurinos de medios, como EsRadio. Su proyecto "La Economía del Toro" es una de las cuentas más influyentes del sector taurino en redes como Twitter (+20.000 seguidores). Ha realizado decenas de estudios económicos y estadísticos del sector cultural taurino. Sus escritos taurinos de índole filosófico y artístico han sido reconocidos con el Premio Zumel de Ensayo Literario-Taurino en tres ocasiones.
Plano del tendido de la Plaza de Toros de El Puerto de Santa María con público pidiendo orejas. Circuitos Taurinos

El lío de los toros en El Puerto: una gran plaza que necesita estabilidad en la gestión

6 de julio de 2022

Joselito El Gallo, figura clave en la historia de la tauromaquia, afirmó rotundo que, “quien no ha visto toros en El Puerto, no sabe lo que es un día de toros”. Su rotunda sentencia evoca los innegables atributos del recinto gaditano, un coso de enorme tamaño e impactante belleza y colorido que cuenta, además, con la indiscutible categoría de un público en el que se reúne lo mejor de la afición gaditana con los entendidos llegados desde Sevilla o Madrid. 

Lamentablemente, la corporación local no siempre ha sido consciente del verdadero potencial del recinto y, desde hace años, la Plaza Real ha quedado sometida a un continuo vaivén de gestores y condiciones de explotación que no ha hecho posible el asentamiento de proyectos empresariales de largo plazo. 

En El Puerto se llegaron a dar más de veinte espectáculos taurinos al año durante la década de 2010, pero la Gran Recesión y las malas decisiones empresariales echaron al traste esta bonanza. Cuando Tomás Entero toma las riendas del coso, en 2014, organiza una corrida con los principales toreros del escalafón pero reúne a menos de 4.000 espectadores, de modo que dos de cada tres entradas disponibles se quedaron sin vender. El público había huido de El Puerto, cansado de los continuos cambios de última hora en los carteles, de la mala presentación del ganado, de la falta de mimo y cuidado en la gestión… El trabajo de Entero fue mejorando la cifra media de público hasta llegar a los 8.000 asistentes, pero la remontada duró poco. 

Entre 2015 y 2016, la Plaza Real fue sometida a una prometedora obra de rehabilitación financiada con Fondos FEDER que se demoró durante un año y no terminó por resolver muchos de los problemas del recinto. En los años siguientes, la corporación local libró una guerra sin cuartel con la empresa concesionaria del recinto, exigiendo por ejemplo el IBI de todo el año en el que la plaza había estado inhabilitada, debido a la reforma. 

Cuando, en 2018, el Ayuntamiento denegó la renovación del contrato a Entero, se diseñó un pliego de adjudicación que terminó desierto y se ganó el repudio de todo el sector taurino. En un inaudito gesto de unidad, los distintos estamentos de la Fiesta se pronunciaron contra los “planteamientos inadaptados a la realidad” y la “amenaza irresponsable e incuestionable” que suponían aquellas condiciones de gestión.

La revisión de las cláusulas aplicadas terminó dando pie a una licitación… y otra aventura fallida, la de la concesionaria REYMA Taurina, que comandaba el murciano Juan Reverte en alianza con la Casa Matilla. Al considerar todos los costes aplicados por el consistorio, los nuevos responsables debían pagar hasta 190.000 euros. Y, a pesar de esta fuerte inyección de dinero en las arcas municipales, Reverte denunció en 2019 que el estado de conservación del recinto era “ruinoso”.  

El cruce de denuncias entre la empresa concesionaria y un nuevo Gobierno local que acababa de llegar al poder motivó la elaboración de un nuevo pliego, redactado a lo largo del invierno de 2019 a 2020. Esta vez, la pandemia del covid-19 paralizó el proceso y dio pie a un contrato de urgencia que dejó el coso en manos de Lances de Futuro. La empresa de José María Garzón organizó la que probablemente fue la corrida de mayor lustre de aquel complejo verano y agotó el 49,8 por ciento del boletaje, cumpliendo con las reglas sanitarias que restringían la venta de entradas a la mitad del aforo. 

Como aquella adjudicación fue algo puntual, motivado por la situación sanitaria, el invierno de 2020 a 2021 debió haber servido para rematar el pliego que se había iniciado un año atrás. Sin embargo, la corporación local no llegó a rematar el expediente, de modo que tuvo que habilitar una licitación de urgencia en la que, además, se limitó el uso taurino del recinto entre los días 10 y el 19 de agosto, puesto que en esas fechas se optó por organizar un ciclo de conciertos en la plaza, en vez de permitir el desarrollo tradicional de la temporada taurina de verano. 

Esta vez fue Carlos Zúñiga, con su mercantil Circuitos Taurinos, quien se alzó vencedor de la licitación, a cambio de ofrecer 70.000 euros y superar así a los otros dos aspirantes. El ciclo fue indudablemente lujoso, con una comentada corrida en solitario de Morante de la Puebla, que lidió seis decepcionantes toros de la ganadería de Prieto de la Cal y no pudo lograr el ansiado triunfo. 

Sin embargo, la llegada del invierno volvió a poner el foco en el consistorio que, nuevamente, no ha podido rematar el pliego de gestión, una circunstancia un tanto anómala que ha dado pie a otro contrato especial. Esta vez, el adjudicatario volvió a ser Zúñiga, quien presentó la única oferta y pondrá encima de la mesa 100.000 euros a cambio de organizar cinco corridas de toros, una novillada con picadores y dos clases prácticas.

La programación taurina de 2022, de indudable nivel, será comentada mañana en La Gaceta de la Iberosfera. Pero, cuando el verano llegue a su fin, la Plaza Real volverá a estar como está desde hace ya demasiados años: huérfana de un pliego que posibilite su gestión empresarial a largo plazo. Es cierto que, desde 2019, el Gobierno local ha lidiado con circunstancias complejas que ha sabido manejar con más cintura y mejor criterio que la anterior corporación, pero no es menos cierto que, una vez concluya la Feria de 2022, es preciso ofrecer un marco de continuidad, previsibilidad, estabilidad y seguridad jurídica.  

Los procedimientos de licitación habilitados en 2020, 2021 y 2022 han permitido programar festejos de nivel con menos costes de los que se venían imponiendo hasta entonces. Ese es el camino que se debería explorar en el nuevo pliego. Ahora, a disfrutar del verano… pero que nadie olvide los deberes pendientes. 

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