La Feria de San Isidro 2024 contará con 16.575 abonados: 1.072 más respecto a San Isidro 2023. El dato supone el mayor número de abonados logrado por la empresa Plaza 1 desde su llegada al coso venteño en 2017. Así pues, se confirma la línea de crecimiento del coso y la buena salud de la Feria más importante del mundo, que en apenas dos años ha logrado recuperar más de 2.500 abonados, merced a los incentivos introducidos de la mano de la liberalización de precios de las entradas sueltas.
La venta de entradas sueltas arrancó el 27 de febrero. Al igual que el pasado año, algunas voces han mostrado su escepticismo al respecto de esta campaña, pero los datos que ha podido conocer La Economía del Toro confirman que, un año más, la respuesta de la afición y del gran público está siendo muy satisfactoria, hasta el punto de que fuentes conocedoras del proceso hablan de cifras «brutales» de venta de boletos.
De modo que, más allá de la demagogia que acostumbra a dominar las tertulias y debates dedicadas a la cuestión de los precios, el éxito del nuevo modelo venteño parece indiscutible, puesto que las cifras de abonados van en aumento y la venta de entradas sueltas también arranca con muy buen aire, a pesar de que aún faltan tres meses para el serial.
De hecho, en las primeras 24 horas de venta al público, las estimaciones de La Economía del Toro apuntan a una cifra de venta de entradas sueltas cercana a 30.000 boletos. Estos datos avanzan otro San Isidro con muy altos niveles de ocupación en los tendidos, donde solamente el abono garantiza un nivel mínimo de asistencia de público superior al 75%.
El anterior modelo aplicaba un coste muy similar a los abonos y las entradas sueltas, regulando su precio sin tomar en cuenta las consideraciones propias de la ley de oferta y demanda. Al permitir el establecimiento de precios libres en las entradas sueltas, el abono es ahora mucho más atractivo, hasta el punto de que resulta en torno a tres veces más asequible.
Aunque había quienes temían que un mayor precio de las entradas sueltas influyese para mal en la asistencia de público, lo cierto es que la experiencia de los últimos años ha demostrado que, en realidad, la demanda de entradas no depende tanto del precio como de la calidad de los festejos anunciados. Así, al programar una Feria de mayor presupuesto, el apetito por comprar entradas para ir a Las Ventas ha crecido, resultando en cifras récord de público en las últimas ferias de San Isidro y Otoño.
