'La abogacía tiene mucho que recuperar en términos de dignidad'

Aspira a presidir el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid. José María Alonso, socio director de Baker McKenzie hasta que decidió ceder el testigo a Rodrigo Ogea para preparar su candidatura al ICAM, explica a La Gaceta cuáles son las principales inquietudes del sector y, sobre todo, sus propósitos en caso de convertirse en el nuevo Decano del Colegio de Abogados más grande de Europa.
¿Cuáles son las inquietudes principales de los abogados ahora mismo?
Por desgracia no son pocas. Me he propuesto precisamente liderar un proyecto de cambio en el Colegio de Abogados de Madrid para dar reflejo, y por tanto, solución a esas inquietudes. La abogacía sabe hoy que tiene mucho que recuperar en términos de dignidad y de imagen ante las instituciones y, por añadidura, ante la opinión pública. Los jóvenes letrados no se ven hoy lo suficientemente apoyados y ayudados. En el propio ICAM hay unos estándares de transparencia que deberían ser más elevados si cabe. Hay problemas acuciantes que tienen que ver con la búsqueda de trabajo, y con la precariedad, por qué no admitirlo. Esto es una realidad. El turno de oficio no está lo suficientemente defendido, y hay mucho terreno aquí en el que mejorar y avanzar. También los autónomos y las pymes demandan un impulso. Por todas estas razones, entre otras, hemos presentado un programa de soluciones concretas, tangibles, útiles; y ese programa lo contemplamos estrictamente como un contrato a cumplir a partir del 13 de diciembre si tengo el honor de convertirme en Decano del colegio de abogados más grande y más importante de Europa.
Aspira a ser el próximo Decano del Colegio de Abogados de Madrid pero habrá testado la situación de la profesión en toda España. En este sentido, ¿a qué retos principales se enfrentan los abogados ahora?
Son innumerables. Sin exagerar. En mi opinión, el abogado se halla ante el desafío de ser un actor que ocupe en la sociedad civil y frente a las instituciones el papel relevante que merece. De la misma manera, necesitamos contar con Colegios (en mi caso, el de Madrid) en los que queramos estar, que nos aporten un valor añadido, que sean un referente permanente y se gestionen bajo criterios de máxima excelencia, ética, transparencia y eficacia. Los abogados nos enfrentamos al desafío, nada menor, de recuperar el orgullo del oficio, porque somos una pieza fundamental para el sostenimiento del Estado de Derecho y a veces parecemos olvidarlo. Naturalmente los jóvenes, o los veteranos que por distintas circunstancias de la vida afrontan dificultades, tienen sus particulares metas. Por eso quiero estar especialmente cerca de ellos. No sólo escuchándoles sino actuando como motor y cauce de sus demandas. Va a ser mi deber y mi responsabilidad focalizar los recursos personales, tecnológicos y económicos del ICAM en aquellos compañeros que más lo necesiten.
¿Cuál será su prioridad si se sitúa al frente del Colegio de Abogados de Madrid?
Ya he mencionado mi compromiso con los noveles, con la transparencia, con la búsqueda de empleo… hemos de priorizar una formación de calidad total, del máximo nivel, continua y, si es posible, gratuita. Puedo afirmar que tengo ya el compromiso firme de grandes despachos de Madrid de involucrarse, en una muestra de generosidad y solidaridad, aportando a sus mejores profesionales de forma altruista para que los cursos para abogados sobresalgan por su excelencia. Y, desde luego, en primera persona, me comprometo a alzar la voz en aquellos momentos y ante aquellos operadores del sistema jurídico que por la razón que fuere falten al respeto o actúen en menoscabo de cualquier abogado en su desempeño cotidiano. Por otra parte, activaremos un conjunto de medidas encaminadas a la conciliación de la vida familiar, personal y profesional. Quiero un Colegio, por otra parte, con una sólida conciencia social. Honradamente, no sólo creo que comparecemos con el programa más completo para liderar el cambio en la abogacía madrileña. Tengo el pleno convencimiento que habrá logros que personalmente conseguiré que no estarán al alcance de ningún otro candidato. Pero para eso, y antes, necesito y pido el refrendo de las urnas.
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