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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Un grupo de médicos denuncia que los medicamentos contaminan el planeta

Médicos y científicos de todos los países llevan tiempo denunciando los efectos secundarios y muertes producidas por medicamentos (más de 20.000 el año pasado solo en España).

Nuestros médicos están realmente preocupados por este asunto y reconocen el potencial dañino de muchos fármacos tanto por sus efectos secundarios como por su potencial contaminante para el planeta. Existen estudios científicamente demostrados que confirman el poder contaminante de los residuos de los medicamentos.

“Cada vez más se anima a los usuarios a que lleven los medicamentos caducados o que no utilicen, a las farmacias o centros de reciclaje; pero eso no impide que los medicamentos que han sido ingeridos por las personas, sean eliminados por la orina o las heces y estos lleguen a los desagües y de ahí a las depuradoras, que nada pueden hacer por reciclarlos o separarlos del agua. Esto lleva a la más grave contaminación de los ríos, mares, tierra, etc. La evaporación del agua arrastra los medicamentos que luego con la lluvia se esparcen por todas las tierras y lugares del planeta”. Comenta Miguel Ángel Ruiz, naturópata colegiado y locutor de Radio Intereconomía.

Grupos ecologistas y responsables medioambientales denuncian este potencial desastre. ¿Cómo puede ser que en un mundo tan avanzado tecnológicamente aún se desarrollen medicamentos químicos con tan graves consecuencias para la salud de los seres humanos y de los seres vivos del planeta?

Cada día hay más médicos que toman responsabilidad sobre lo que está pasando y se arremangan para contribuir con el futuro de nuestros hijos.

Efectos secundarios

Todos somos conscientes de los efectos secundarios e interacciones que producen los medicamentos. Pero aún así, la mayoría de personas no leen las indicaciones y por ello desconocen posibles consecuencias.

Parece que hay interés en que los usuarios de los medicamentos no lean el prospecto, y algunos profesionales de la salud les persuaden de que no lo lean. Quizá por intereses comerciales o quizá por hacer que las personas desconozcan el poder dañino de lo que están tomando.

Claro está que no interesa que el usuario lea los efectos secundarios. Nos encontramos medicamentos, como algunos anticonceptivos, en cuyo prospecto está expresamente escrito el potencial de desarrollar cáncer de útero y cáncer de mama. Hablo de medicamentos consumidos por millones de mujeres jóvenes y no tan jóvenes. Muchas personas aún se preguntan de dónde viene el cáncer. Hay muchos factores que envenenan nuestro organismo, y los efectos secundarios de estos productos demuestran ser uno de estos factores.

La mejor opción sería la de ofrecer productos sin efectos secundarios; pero hay que tener en cuenta que las compañías farmacéuticas viven gracias a la patente de los medicamentos y no están dispuestas a comercializar productos naturales y sin efectos secundarios, porque estos no se pueden patentar.

Como vemos, hay mucho dinero en juego, y al final quien paga los platos rotos es el consumidor de medicamentos, los seres queridos que sufren por los efectos que sufre el familiar, y por supuesto el propio planeta Tierra, al cual van a parar los residuos finales no reciclables de estos productos químicos que luego nos vuelven otra vez a nosotros.

Existen compañías farmacéuticas que también fabrican pesticidas, herbicidas y aditivos químicos que contaminan y enferman a las personas y a todo ser vivo que se cruce en su camino.

Encontramos estudios donde se descubren en bebés más de 50 sustancias químicas heredadas de la madre o administradas posteriormente. Si una persona está llena de químicos desde que es pequeña, es fácil de predecir que esos productos químicos podrán producir gravísimos problemas de salud a medida que se van acumulando con el paso de los años.

“Por suerte, muchos médicos están sensibilizándose ante esta situación, y cada vez más profesionales se suman a la vertiente de recomendar productos naturales o nutracéuticos, mucho más naturales, biodisponibles y respetuosos con el cuerpo humano y la naturaleza”, comenta Rocío Gil, directora del Centro de Naturopatía Alimentaria Solnatura y vicepresidenta de la Organización Colegial Naturopática FENACO para la Comunidad de Madrid.

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