«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
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Benzema y los fallos defensivos del Celta sentencian la goleada en Balaídos

El delantero francés del Real Madrid, Karim Benzema (i), intenta llevarse el balón ante el defensa argentino del Celta, Facundo Roncaglia, durante el encuentro correspondiente a la jornada 12 de primera división que disputan en el estadio de Balaidos, en Vigo. EFE/Salvador Sas.

El Real Madrid alarga su buen momento de forma con una victoria (2-4) en Balaídos ante el Celta, que, junto a la pegada de Benzema, facilitó con sus fallos defensivos un nuevo triunfo, el cuarto, del equipo que entrena Santiago Solari, un entrenador que hasta el momento ha ganado los cuatro partidos que ha dirigido y cuyo equipo se reengancha a la Liga.

Los dos equipos sacudieron el ritmo del partido desde el primer minuto. El Real Madrid avisó con un par de disparos de Benzema, más peligroso el segundo, que rozó el poste, tras un saque de banda que pilló despistado a Cabral; el Celta contestó con un tiro cruzado de Boufal que paseó por el área sin que lo tocase Maxi Gómez o Aspas. Todo eso sucedió en los primeros cinco minutos.

El Real Madrid trató de marcar el ritmo. Tuvo la posesión de la pelota. Y el Celta se replegó. El equipo de Solari avisó con un par de aproximaciones: un cabezazo forzado de Bale y un lanzamiento lejano de Kroos. Sus contratiempos en el primer tiempo fueron escasos. El primero fue la lesión de Casemiro a los diez minutos, herido en su tobillo por una falta de Maxi Gómez; el segundo susto para el Real Madrid fue un cabezazo al poste de Okay, un buen remate a la salida de un córner.

Ese testarazo al palo fue de lo poco que generó el Celta en ataque, desdibujado, con dificultades para crear fútbol en la zona central. Se adueñó el Real Madrid del partido. Estuvo cómodo. Ceballos lo intentó desde fuera del área. Pero el gol llegó mediada la primera mitad: un gran pase de Modric lo culminó Benzema, que se plantó solo ante Sergio después de burlar con un simple movimiento de desmarque a los dos centrales celestes, Cabral y Roncaglia.

El gol de Benzema facilitó el juego de su equipo, más poderoso, superior, que atacó fácil por los dos flancos. Kross acarició el segundo tanto para el Real Madrid pero, con un tiro alto, falló solo a diez metros de portería, incapaz de liquidar una buena jugada con tiralíneas de Lucas Vázquez y Benzema.

El Celta, con Aspas y Maxi Gómez desasistidos, se refugió en alguna acción aislada para inquietar a Courtois, que cerró el primer tiempo con una buena estirada para despejar un duro disparo de Brais Méndez.

La apertura de la segunda parte avivó el ritmo hacia un guión de ida y de vuelta. Aspas cabeceó con peligro un centro de Maxi Gómez; más amenaza real fue unos minutos después un tiro al larguero de Benzema, en una gran jugada que diseñó el solo en la zona izquierda.

Tuvo su premio Benzema algo más tarde, con otra excelente jugada individual. El delantero francés aprovechó un error defensivo entre Roncaglia y Juncá para, tras un regate final ante Roncaglia, lanzar a unos metros de Sergio, que despejó el tiro al poste, pero que se coló finalmente en su portería al rebotar la pelota en el cuerpo de Cabral.

El Real Madrid se alimentó de los errores del Celta. Pero no quedó el encuentro cerrado con los dos goles de Benzema. El equipo celeste reaccionó rápido con una triangulación de tres canteranos (Aspas-Brais-Hugo Mallo) que coronó el capitán Hugo Mallo con un buen remate: el defensa inició la jugada, subió hasta el área y cazó con gol un envío largo de Brais.

Antonio Mohamed, que vio el partido desde la grada por sanción, reforzó su ataque con Emre Mor y Hjulsager; el Real Madrid, que había perdido por lesión a Casemiro y Reguilón, sufrió otro percance defensivo con la baja de Nacho. El Celta, intermitente en el control del juego, empujó en busca del empate. Aspas retrasó su posición para tener la pelota, para crear peligro. Lo intentó con un fuerte lanzamiento desde fuera del área al que respondió Courtois con un paradón.

Cuando mejor estaba el Celta, su peor castigo fue otro regalo defensivo. Juncá calculó mal para despejar una pelota y derribó dentro del área a Odriozola. Penalty para el Real Madrid, que marcó Sergio Ramos, con un golpeo de panenka, para cerrar una victoria que hizo minutos después más contundente Ceballos con un cañonazo desde fuera del área, un amplio triunfo, pese a un gol final de Brais Méndez, que prolonga la buena racha de resultados del Real Madrid de Santiago Solari.

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