Desde hace varios lustros, el acceso a la vivienda se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los españoles, especialmente los más jóvenes. El encarecimiento del suelo, la oferta reducida en las grandes capitales, la diferencia entre el crecimiento de los salarios y los alquileres y la pérdida de poder adquisitivo han dificultado el acceso al alquiler y han cerrado la posibilidad de adquirir un inmueble a una mayoría de la población.
Según un estudio elaborado por Fotocasa e Infojobs, el precio de la vivienda aumentó más de un 15% en España entre los años 2016 y 2021 mientras los salarios subieron algo menos de un 6%. Esta gran disociación entre ambos indicadores ha sido especialmente grave en algunas comunidades como Baleares, Madrid o Cataluña. En Baleares, los salarios aumentaron un 7,4% en el período analizado, al tiempo que la vivienda lo hacía un 44,8%, una diferencia de 37 puntos. Cataluña, por su parte, ha visto cómo el precio de los inmuebles aumentaba un 21,7% mientras que los salarios lo hacían un 6,9%. El caso en Madrid no es menos grave: en la capital, la vivienda subió un 38,5%, pero los salarios apenas lo hicieron un 6,1%.
El aumento de precio de la vivienda también encuentra su traducción en la cuota del alquiler, que empuja al inquilino a un mayor esfuerzo y a destinar un porcentaje superior de su salario al pago mensual. Los españoles destinan de media un 43% de su salario a pagar el alquiler según el informe, un porcentaje que supera con creces el 30% recomendado.
A lo largo del pasado año, el dinero destinado a pagar el alquiler se incrementó hasta en diez comunidades, mientras que en siete de ellas el porcentaje disminuyó. Por poner en contexto los datos y el fulgurante ascenso de los precios, cabe destacar que en Baleares se ha pasado de destinar el 49% del salario al pago del alquiler en 2021 al 58% en 2022, esto es, una diferencia de nueve puntos en tan solo un año.
Únicamente dos comunidades autónomas presentan porcentajes similares a los recomendados: Castilla-La Mancha, con un 24%, y Extremadura, con un 25% del salario. Por su parte, en Baleares y Cataluña se consume el 58%. De cerca les siguen Madrid (57%) y País Vasco (52%).
Barcelona, que cuenta con la superficie más cara de España, cerró el año 2022 con un incremento anual del alquiler de 7,3%. Siendo el salario medio de 24.876 (según los datos de Infojobs), los barceloneses hubieron de destinar el 62% de su sueldo a pagar la cuota del alquiler.
Comprar una casa: misión imposible para millones de jóvenes
Además de una subida en el precio de los alquileres, el encarecimiento de la vivienda ha provocado que millones de personas contemplen el comprar una casa como un objetivo inalcanzable a corto y medio plazo. Según el Banco de España, si una familia decide comprar una casa hoy, deberá destinar más de ocho años de su renta bruta a costear la adquisición, mientras que una familia que decidió hacer lo mismo en el año 1987 habría necesitado menos de tres años (2,99) de su renta.
El tiempo de ahorro no es el único indicador al alza: el dinero que los españoles destinamos a pagar la entrada de una casa de segunda mano se incrementó en 2021 un 2% con respecto al año anterior y un 16% respecto a hace cinco años, de acuerdo con los datos disponibles del Índice Inmobiliario Fotocasa.
Según el estudio elaborado por Idealista, en mayo de 2023 el precio medio de la vivienda en España ha sido de algo menos de 2.000 euros el metro cuadrado (1.976 euros). Por tanto, el precio de una vivienda promedio de 80 metros cuadrados cuesta a los españoles unos 160.000 euros. Tratándose de una media, se obvia, pues, el precio del metro cuadrado en las grandes capitales del país, un precio notablemente superior y que compromete a buena parte de la población española: Madrid (3.124 euros), Barcelona (4.103 euros) y Palma Mallorca (3.708 euros).
El caso de los jóvenes es especialmente dramático: según el INE, en el año 2020, el salario medio bruto mensual de los trabajadores de entre 16 y 24 años fue de 1.200 euros, mientras que el de los jóvenes con edades comprendidas entre los 25 y los 34 años fue de 1.720. El sueldo promedio de los menores de 35 años se situó, entonces, en torno a algo menos de 1.500 euros brutos mensuales. Tomando en cuenta estos datos y el precio de una vivienda promedio en España (160.000 euros), es fácil concluir que un joven que empieza a ahorrar hoy un porcentaje elevado de su salario (más del 20%), de forma constante e ininterrumpida en el tiempo, tardará cerca de una década en poder tener acceso a una vivienda.