Alquilar una vivienda en la zona sur de Madrid se ha transformado en un auténtico desafío. Lo que antes eran áreas consideradas menos atractivas, ahora son epicentros del mercado inmobiliario. Municipios como Fuenlabrada, Parla, Valdemoro, Móstoles, Getafe y Alcorcón están viendo cómo la demanda de alquiler se dispara, impulsada por quienes buscan alternativas más económicas fuera de la capital.
Hasta hace pocos años, estas áreas ofrecían precios de alquiler relativamente asequibles. Sin embargo, la situación ha cambiado drásticamente. El éxodo de madrileños hacia la periferia es cada vez más común, incluso cuando implica un trayecto diario de más de 30 minutos para llegar a sus trabajos. Esta creciente demanda ha empujado al alza los precios en barrios que solían ser obreros y más accesibles económicamente.
La oferta limitada de pisos en alquiler ha tensionado el mercado, generando un incremento en los costos que ha llegado a superar, en algunos casos, el aumento registrado en Madrid. Según datos de Idealista, en municipios como Móstoles, los precios han aumentado un 19% en el último año, mientras que en Parla y Valdemoro las subidas han alcanzado el 17% y 15%, respectivamente. Incluso Alcorcón ha experimentado un incremento del 13%, acercándose a los niveles de la capital.
Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, señala que la escasez de oferta ha creado una gran presión en el mercado, lo que obliga a muchas familias a expandir su búsqueda hacia las localidades del sur. Este fenómeno ha causado un aumento en los alquileres de esas zonas, que incluso superan el crecimiento de precios en Madrid.
En este contexto, la Ley de Vivienda aprobada en 2023 ha sido objeto de críticas. Algunos profesionales del sector, como Sánchez, creen que esta normativa ha tenido un impacto negativo, ya que muchos propietarios han decidido retirar sus propiedades del mercado por la inseguridad jurídica que perciben. Esto ha reducido aún más la ya limitada oferta de inmuebles en alquiler.