Deber más de 1.574.682 millones de euros y tener una deuda pública que supone un 107,7% del PIB de un año constituye un motivo de celebración para el Gobierno de progreso.
En cuanto el Banco de España anunció los datos de deuda pública correspondientes a 2023, los equipos de comunicación de Moncloa y de los ministerios económicos salieron ordenadamente a jactarse de los datos. Por ejemplo, la ministra de Hacienda, la médica María Jesús Montero, aseguró que los socialistas demuestran que «la justicia social es compatible con la reducción del déficit y la deuda».
Los medios de comunicación, incluso los que aparentan ser críticos con el Gobierno, se han limitado a reproducir la nota de prensa del Banco de España. Así, dan el porcentaje sobre PIB de la deuda pública, que se sitúa en un 107,7% del PIB. Pero no mencionan la cuantía de esa deuda.
La verdad es que los gobiernos españoles no paran de endeudar a los ciudadanos desde hace más de una década. El año 2008 (gobierno socialista de Rodríguez Zapatero) concluyó con una deuda pública de 365.203 millones de euros. A partir de entonces, la emisión de deuda se puso a crecer sin freno.
| DEUDA PÚBLICA ESPAÑOLA (en billones de euros) | |||||||
| AÑO | 2017 | 2018 | 2019 | 2020 | 2021 | 2022 | 2023 |
| CUANTÍA | 1,144 | 1,107 | 1,188 | 1,345 | 1,427 | 1,502 | 1,574 |
En 2009 se superaron los 500.000 millones de euros. El cambio de Gobierno no alteró el ritmo, sino que lo aumentó. Con Mariano Rajoy (PP) en La Moncloa, la deuda pública rebasó el billón de euros 2014, aunque el equipo de comunicación de entonces trató de quitarle importancia diciendo que en porcentaje estaba por debajo del 100% del PIB anual. Todavía quedaba margen.
El Gobierno de Pedro Sánchez (PSOE) tiene el mérito de haber acrecentado la deuda pública en un 50% en menos de una década. El ejercicio de 2014 concluyó con una deuda de las Administraciones Públicas de 1,049 billones de euros y el de 2023 lo ha hecho con la deuda en 1,574 billones.
Entre 2022 y 2023, el Estado subió su endeudamiento en 72.177 millones de euros; es decir, en 8,2 millones más por hora. El Gobierno de izquierdas presume de haber disminuido el porcentaje de la deuda sobre PIB del 113% de 2022 a sólo el 107,7%, cuando la diferencia porcentual se debe a la inflación, que en 2023 fue de un 3,1%, la cual reduce el nominal de las deudas.
No sólo aumenta la deuda pública, sino también la recaudación fiscal. Hacienda calcula que en 2023 se acercará a los 265.000 millones de euros, cuando en 2022 fue de 255.463 millones y en 2021 de 223.385 millones. En 2018, cuando Sánchez ganó la moción de censura frente a Rajoy, la recaudación ascendió a 208.685 millones.
Es decir, la recaudación tributaria en los años de Sánchez ha crecido en poco más de un 25% cuando la deuda lo ha hecho por encima de un 40%.
¿Y para qué necesita el Estado español tantísimo dinero? No sólo para abonar los intereses de la deuda pública, que en 2023 fueron 31.275 millones de euros, según los Presupuestos Generales del Estado, sino también en salarios de funcionarios y otros empleados públicos, cuyo número tampoco para de crecer. Hace unas semanas el Ministerio de Función Pública declaró haber descubierto 220.000 empleados públicos no contabilizados antes por el mismo Gobierno, pero que percibían nóminas.
Sin embargo, el mayor gasto público es el que corresponde a las pensiones, que suponen por ahora un 11,7% del PIB nacional. En 2023, esa partida superó los 170.000 millones de euros. Sólo las pensiones y el servicio de la deuda pública se tragan el 75% de la recaudación fiscal.
Para pagar todo lo demás, como ministerios redundantes, televisiones públicas, pensiones de expresidentes de los gobiernos regionales, ayudas al Tercer Mundo, observatorios de todo tipo, subvenciones al cine, etc, la partitocracia tiene que recurrir a más y más emisiones de letras y bonos del Tesoro.
