La actividad de las fábricas de China (el PMI) han sufrido un inesperado revés en el mes de mayo, según refleja la lectura oficial del índice de gestores de compra. Ha retrocedido a 49,5 puntos desde los 50,4 de abril, lo que supone la primera contracción de las manufacturas chinas desde el pasado mes de febrero. Esto siembra dudas sobre la solidez de la recuperación china, lo que podría empujar a Pekín a desplegar nuevos estímulos.
En mayo, el subíndice de producción fue del 50,8%, frente al 52,9% de abril. Mientras que el de nuevos pedidos retrocedió 1,5 puntos porcentuales, hasta 49,6%. Esto que indica que la demanda en el mercado manufacturero se ha desacelerado.
Asimismo, el dato de empleo manufacturero fue del 48,1%, una décima más que en abril. Ello que supone que el empleo siguió cayendo durante el quinto mes del año, aunque a un ritmo ligeramente inferior al observado en abril.
Por otro lado, el índice PMI de China no manufacturero se ha situado en mayo en 51,1 puntos, frente a los 51,2 del mes anterior. Aún ofrece signos de expansión de la actividad. De tal manera, el PMI compuesto para China ha alcanzado en mayo los 51 puntos, por debajo de los 51,7 de abril.
«La considerable caída de los PMI oficiales este mes sugiere que la recuperación ha perdido algo de impulso», advierte Zichun Huang, economista para China de Capital Economics.
En esta línea, Lynn Song, economista jefe para China de ING Research, considera que «las decepciones del PMI de hoy pueden enviar una señal de advertencia para el crecimiento». Apunta que si los datos de actividad industrial confirman una desaceleración «podría ser más urgente acelerar la implementación de políticas» para apoyar el consumo. También la inversión, a fin de mantener la economía en camino de alcanzar su objetivo de crecimiento del 5% del país este año.