El mercado residencial español tuvo un incremento de precios del 5,4 % en 2018, según explicó este martes Sociedad de Tasación (ST), que pronostica para 2019 un aumento del 4,8 %, en un promedio muy dispar, debido a que continuará el tirón de Madrid y Barcelona frente a la rémora de otras zonas geográficas.
En rueda de prensa, el consejero delegado de ST, Juan Fernández-Aceytuno, ha vaticinado que en 2019, Madrid y Barcelona «seguirán en esa tendencia al alza», que es la que aúpa el promedio estatal, pero ha recomendado que ese incremento medio no sea la base de los diagnósticos, ya que «los árboles impedirían ver el bosque».
De 2014 a 2018 el incremento promedio alcanzó el 17,8 %, con aumentos de Madrid y Barcelona por encima del 30 %, que, ha precisado, si se eliminasen daría unas subidas medias anuales de casi el 2 %, es decir, próximas al crecimiento del PIB o a la inflación.
A su juicio, por tanto, los «dos faros» de Madrid y Barcelona impiden apreciar que el mercado inmobiliario no ha recuperado del todo el pulso tras la crisis anterior.
Aceytuno ha recordado que los ciclos económicos han funcionado «como un reloj» en el mercado inmobiliario español y cada ocho años se produce uno diferente, y ha augurado que el actual -expansivo- se prolongará cuatro años más, aunque «Madrid y Barcelona empiezan ya a girar» cuando otras ciudades repuntan.
En los próximos cuatro años, en su opinión, los crecimientos serán menores, más moderados, como suele ocurrir en la segunda parte de los ciclos.
El consejero delegado de ST cree que Barcelona y Madrid están sometidas a presiones de precios anómalas, por encima de lo que explican los fundamentales económicos y los salarios.
Un motivo es que juegan en una liga inmobiliaria diferente, en competencia con la otra cincuentena de capitales económicas del mundo, y no con el mercado inmobiliario ibérico.
Además, se dan ahora tanto en Madrid como en Barcelona cinco vectores para el aumento del precio de sus alquileres.
Estos son la afluencia de estudiantes; la llegada de trabajadores por el ciclo generador de empleo; el turismo; las compras de viviendas como valor refugio -sobre todo por inversores internacionales que ven margen de crecimiento a sus precios frente a los de otras capitales-, y la compra para reposición.
Aceytuno también ha recomendado a los legisladores que tengan más en mente a la gran mayoría que paga regularmente sus hipotecas que a la minoría que se ve abocada a los desahucios, aunque se den ayudas y garantías a estos ante la exclusión social, ya que, si no, «mucha gente se quedará fuera del mercado o va a pagar mucho más» por sus viviendas.
Asimismo, ha aconsejado que la primera medida sea una estadística pública del alquiler, para conocer los precios reales del mercado, porque es «inasumible» que aún no exista.