La fracasada fusión entre BBVA y Sabadell ha intesificado la preocupación sobre la disminución del número de bancos y su creciente tamaño. Desde la crisis de 2008, el sistema financiero español ha experimentado una reducción significativa, pasando de 55 entidades en 2009 a las actuales 10.
La primera ola de fusiones entre bancos más débiles, junto con la desaparición de algunos, tuvo lugar en 2014, dejando una estructura financiera de 14 entidades. Posteriormente, durante la pandemia, surgieron más fusiones importantes, como la unión de CaixaBank y Bankia o la adquisición de Liberbank por parte de Unicaja Banco. Estas operaciones, junto con otras más pequeñas, redujeron el número de entidades en el mercado financiero a la decena actual.
Un aspecto clave en cualquier fusión es lograr ahorros de costes, lo que a menudo implica recortes en plantillas y cierre de sucursales. Desde el inicio de este proceso, el cierre de oficinas ha llevado a una reducción del -61,2% (-28.000 oficinas), y se estima que se han perdido cerca de 100.000 empleos, con un 14% de esos puestos de trabajo destruidos en los últimos cuatro años.
Otros sectores, como el inmobiliario, han expresado preocupación por la posible reducción del crédito tras el fracaso de la fusión entre BBVA y Sabadell. Desde 2018, los bancos han mostrado una tendencia a reducir la financiación para la construcción y promoción inmobiliaria, disminuyendo de más de 17.000 millones de euros en 2022 a poco más de 16.000 millones en 2023 (una variación de un -20,4%).
Este escenario agrava el problema de acceso a la vivienda en España, que desde la crisis de la burbuja inmobiliaria en 2008 ha afectado profundamente al mercado. Según el Banco de España, los niveles de construcción de viviendas no han vuelto a alcanzar los valores anteriores, representando solo un 10% de dichos niveles.
Además, la presidenta del CSCAE, Marta Vall-llosera, ha destacado que «La crisis financiera de 2008 provocó una caída tan significativa en la construcción que, incluso con la llegada de la pandemia, aún no se había recuperado por completo. En la actualidad, en España se construyen solo dos viviendas al año por cada 1.000 habitantes, mientras que hace 40 años la cifra era tres veces mayor».
