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es esperable que también caiga el Gas Natural

La caída del petróleo a valores más bajos que en diciembre 2021 anticipa combustibles más baratos 

Perforadoras de petróleo en California. Reuters

Los conductores han notado con alivio que este verano los combustibles les cuestan menos que a principios de año. La buena noticia se debe a una imparable y brusca caída de los precios del petróleo en los mercados internacionales. 

El 10 de septiembre, los futuros del barril Brent cayeron a la cotización más baja desde diciembre de 2021, inferior a 70 dólares. Aunque en las sesiones siguientes, el barril ha recuperado esa cifra, los indicios apuntan a que la bajada proseguirá. En los primeros días de abril, el precio tocó los 90 dólares. Es decir, la materia ha perdido un 20% en cinco meses.

La depreciación del crudo está arrastrando en bolsa a las empresas del sector. La española Repsol ha pasado de marcar en febrero los máximos desde 2016, por encima de los 16 euros la acción, a situarse por debajo de los 12 euros.

A medida que las petroleras agoten el crudo comprado hace unos meses y lo sustituyan por otro más barato, los precios de venta en las gasolineras seguirán disminuyendo. Un tropezón inesperado para la venta de coches eléctricos y los políticos fanáticos de la descarbonización

Es el momento oportuno de recordar los pronósticos de los bancos de inversión, los mismos que no sólo no anticiparon la crisis inmobiliaria y financiera de 2008-2011, sino que la alimentaron. A mediados de marzo, Morgan Stanley pronosticó que el barril en verano subiría a los 90 dólares, debido al corte de suministro de las refinerías rusas por los ataques de drones ucranianos. En abril, Goldman Sachs vio el barril a 86 dólares en la segunda mitad de 2024, debido a las «perturbaciones geopolíticas»; en junio, el banco se ratificó en su afirmación. El Commerzbank alemán superó a los anteriores y colocó sus previsiones en una horquilla de entre 90 y 95 dólares para el segundo semestre del año.

Cabe preguntarse cómo seleccionan estos bancos a sus expertos en materias primas. Lo seguro es que los inversores que tomen decisiones basadas en estos consejos perderán mucho dinero.

Dos son los motivos por los que el petróleo se está desplomando en los mercados internacionales. El primero es el aumento de la producción, sobre todo por parte de nuevos países, que ha compensado las reducciones aprobadas en 2023 por la OPEP+, que incluye a Rusia.

Según la Agencia Internacional de la Energía, Estados Unidos se mantiene como primer productor del mundo, seguido por Rusia, que sigue vendiendo su crudo a pesar de las sanciones que se le aplican por la invasión de Ucrania, ambos con más de 10 millones de barriles diarios. Por debajo de esa cifra están Arabia Saudí y Canadá. Con menos de cinco millones aparecen Irak y China. Y a continuación, con una media inferior a cuatro millones de barriles diarios, figuran Brasil, Irán y Emiratos Árabes. 

El segundo motivo es una menor demanda por parte de China, que prueba del freno de su crecimiento económico. Así, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, la unidad de la OPEP puede romperse cuando sus miembros incrementen la producción azuzados por la necesidad de mantener su nivel de ingresos.

Los contratos de futuros para los próximos meses indican que el crudo va a seguir abaratándose. Si el gas natural acompaña al petróleo en su caída, que es lo esperable, ya que ambas materias primas están acopladas, los españoles se beneficiarán también de una ligera bajada de la factura eléctrica. En lo que llevamos de año, de acuerdo con los informes de Red Eléctrica Española, la principal fuente de generación eléctrica es la eólica y la segunda la nuclear, ambas con más de un 20% del total. El gas natural no alcanza un 10%.

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