«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
situándose en apenas 2.043 millones de euros

Los inversores extranjeros huyen de Sánchez: cae un 65% hasta su peor dato desde 2021

Aplausos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una sesión extraordinaria en el Congreso de los Diputados - Europa Press

La inversión extranjera neta en España se desplomó un 65% en el primer trimestre de 2025, situándose en apenas 2.043 millones de euros. Se trata del peor dato desde 2021, cuando el país aún salía de la pandemia y las restricciones paralizaban la economía global. Hoy, sin emergencia sanitaria, la desconfianza empresarial crece al ritmo del intervencionismo, la inseguridad jurídica y los escándalos de corrupción que rodean al Ejecutivo.

A diferencia de la inversión bruta —que sí incluye desinversiones—, la inversión neta mide con mayor precisión el verdadero interés del capital extranjero por permanecer en España. Y el resultado no puede ser más desalentador: 3.900 millones menos que hace un año y una caída de más de 5.000 millones respecto al mismo trimestre de 2023

Los grandes inversores internacionales están retirando su dinero. Estados Unidos y Reino Unido, dos de los países que históricamente lideraban la inversión en España, han dado un portazo. La inversión estadounidense cayó un 54%, la británica un 66% y la alemana un 60%. El único país que mostró un repunte notable fue Emiratos Árabes, con un crecimiento del 873%, aunque con cifras absolutas muy inferiores.

La falta de confianza se refleja incluso en el comportamiento de las propias empresas españolas, que canalizan parte de su inversión a través de filiales en el extranjero para beneficiarse de fiscalidades más favorables. Aun así, la inversión repatriada se hundió un 74% en el arranque del año.

Por sectores, solo los «servicios de información» ofrecieron un respiro con 813 millones, mientras que áreas clave como la energía (-82%), el alojamiento (-18%) o las actividades inmobiliarias (-38%) se vieron duramente golpeadas. Incluso con algunos incrementos puntuales en el comercio mayorista o los servicios financieros, el panorama global es de retirada masiva.

Este desplome no es casual. Varios expertos señalan a años de políticas erráticas por parte del Ejecutivo socialista: bloqueo a operaciones empresariales, inseguridad jurídica, aumento impositivo, legislación laboral restrictiva y un clima institucional deteriorado. A ello se suma la creciente sombra de la corrupción, con investigaciones abiertas que afectan directamente a la cúpula del PSOE.

España arrastra más de un año con cifras negativas en inversión extranjera neta. En todo 2024, cayó un 5% hasta los 22.757 millones, muy lejos de los 36.813 millones registrados en términos brutos. El mensaje de los inversores es claro: la desconfianza se instala, la economía se enfría y el Gobierno no reacciona.

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