«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
11 de enero de 2022

No más dosis de refuerzo del miedo

El presidente español, Pedro Sánchez, y el presidente francés, Emmanuel Macron, enmascarillados (foto: Moncloa)

La confianza que a estas alturas de la expansión del virus chino por el mundo pueden tener las personas normales en la Organización Mundial de la Salud es mínima. Por motivos obvios y, por desgracia, jamás investigados. Pero hagamos un último intento de confiar en algo de lo que diga la OMS y consideremos que la cifra de contagiados con la variante ómicron prevista para los las próximas ocho semanas en toda Europa sea de verdad la de la mitad de la población.

Si esto fuera verdad —e insistimos en que debemos ser cautos a la hora de creer nada de lo que diga una organización como la OMS que ha demostrado en el pasado una extraordinaria incompetencia, además de una inclinación permanente por la mentira y una sumisión inaceptable ante China—, estaríamos a las puertas del colapso de los sistemas de atención primaria en Europa y, de nuevo, con las bajas laborales masivas, ante un nuevo golpe a la maltrecha economía de la mayoría de los países de la OCDE de la que España es cola de ratón.

Y lo será, esto sí que nadie lo dude, no por culpa de una variante del virus como ómicron que provoca en la inmensa mayoría de los infectados, vacunados o no, unos efectos parecidos a los de una gripe suave. La culpa de ese colapso será el fruto de la política insensata de tantos gobiernos—con la participación necesaria e interesada de sus televisiones— de provocar miedo en la población para justificar su inutilidad, sus mentiras y sus restricciones políticas. Un miedo que ha infectado. también sin duda, a muchas más personas que las que han enfermado de covid-19.

Ante la incidencia de esta benigna variante ómicron y su expansión masiva, los gobiernos que han acobardado a la población apenas tienen tiempo para cambiar de estrategia y comenzar a tratar al covid actual por sus efectos reales, por los que nos dicen los médicos y no los que nos venden los partidos del Gobierno, sus falsos comités de expertos y sus periodistas.

El momento de recuperar la normalidad es hoy, y eso si es que todavía estamos a tiempo de que nos sacudamos todo el miedo que nos han inoculado en innumerables dosis de refuerzo. Lo peor es que conociendo como ya conocemos a la mayoría de los gobiernos europeos —Francia, Alemania y España como el eje del pánico—, no sabemos si sus gobernantes serán capaces de reconocer que ellos, atemorizando a sus gobernados y tratando a los críticos como bebelejías, han causado tanto daño como el virus.

Noticias de España

.
Fondo newsletter