La noticia es la que conocen todos los lectores de La Gaceta de la Iberosfera. Ayer, los partidos del Gobierno y sus socios separatistas catalanes y vascos tumbaron la iniciativa de VOX para llevar a la Fiscalía Anticorrupción el expediente del rescate a la aerolínea Plus Ultra.
La pregunta es pertienente y, por desgracia, retórica: si el Gobierno no tiene nada que ocultar, ¿por qué se niega a que sea investigado? Si el rescate fue legal, ¿por qué mintió el ministro Ábalos?
Nos prometieron transparencia y no conocemos ni la cifra real de muertos, ni los intermediarios de aquella operación urgente de compra de material sanitario que resultó un fiasco, uno más. Nos aseguraron que jamás habría conjuras en reservados y ni siquiera se han dignado, amparados en regímenes sancionadores inexistentes, a comunicarnos quiénes forman parte del comité de expertos que, dicen, avaló la estrategia sanitario-económica con los peores resultados del mundo en dura competición con Argentina.
El caso de la aerolínea Plus Ultra prueba el desprecio de este Gobierno por todos aquellos españoles que cada día luchan por sobrevivir sin ayudas ni indemnizaciones
Nos aseguraron que habría un plan de vacunación masivo y urgente y no hay español de mediana edad, trabajador no esencial, para ellos, que mire el calendario sin un estremecimiento. Nos dijeron, con la mirada clavada en el horizonte y en interminables alós presidenciales televisivos, aquel postureo intolerable, que ninguna persona se quedaría atrás. Entre muertos, parados y hastiados por la incompetencia gubernamental, millones de españoles —ancianos a los que debíamos respeto, sanitarios que improvisaron trajes de protección con bolsas de basura, pequeños comerciantes, hosteleros forzados al cierre, emprendedores ahogados en el leviatán confiscatorio— son apenas puntos borrosos muy lejanos.
Nos dijeron que los tiempos de los decretazos serían malos recuerdos del pasado, y han batido el registro mundial de gobierno a golpe de firma en una monarquía parlamentaria. Nos dijeron que ellos, sí, ellos, jamás usarían la Justicia a su antojo y España es hoy el único país del mundo en el que no se puede investigar las presuntas acciones delictivas de este Gobierno en relación a su gestión de la pandemia.
Entre montañas de mentiras contadas, y las que quedan, la simple noticia de que el Gobierno ha concedido un rescate de más de 50 millones de euros de dinero de los contribuyentes, de nuestro dinero, a una aerolínea cutre en pérdidas y con vínculos chavistas llamada ‘Plus Ultra‘, parece sólo una más de tantas mentiras y corrupciones, pero es la prueba perfecta del desprecio de este Gobierno por todos aquellos españoles que cada día se levantan, si es que pueden hacerlo, y tratan de sobrevivir entre el acoso del virus y el acoso del socialismo.
Por desgracia, con una Fiscalía adicta, con unos medios de comunicación comprados a golpe de dinero de los contribuyentes, con un Parlamento controlado por una mayoría frankenstein, con el principal (por ahora) partido de la oposición acomplejado por la paja de la corrupción en el ojo propio y con VOX, esa revolución ética, silenciado por esos mismos medios subvencionados, el caso de la aerolínea Plus Ultra está condenado a ser apenas uno más de este suma y sigue de mentiras en el que nos ha instalado el peor Gobierno de la historia de España con la sociedad más débil y cansada de la historia de España.
