«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
28 de marzo de 2023

América en serio

La presidenta de la Comunidad de Madrid y del PP madrileño, Isabel Díaz Ayuso; el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo; y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; asisten a la Fiesta de la Hispanidad del PP, en el Auditorio del Parque El Paraíso (Jesús Hellín / Europa Press)

El Partido Popular se arrojó al ridículo el pasado sábado cuando tomó algo tan serio, tan importante y tan, en ocasiones, dramático, como el fenómeno de la inmigración iberoamericana en España, y lo redujo a un concierto electoral desconcertante y a unos saltitos arrítmicos del presidente Feijoo en compañía de los líderes del PP en la Comunidad de Madrid.

Fue ridículo porque los populares usaron un estereotipo raquítico que no define la realidad de la diversidad de la comunidad hispanoamericana y porque organizaron un esperpento de show seudorreligioso que tampoco tiene nada que ver con la importancia que las iglesias evangélicas han alcanzado en buena parte de las naciones de la Iberosfera y, a ritmo acelerado, en España.

Por supuesto, nada tenemos en contra de celebrar las expresiones culturales de los españoles del otro lado del océano que hoy viven, malviven y pelean con nosotros. Pero cuando el PP convierte al inmigrante iberoamericano en una caricatura populista en clave electoral, el acto queda convertido en un fiasco que explica la deriva de una formación política que hace ya demasiado tiempo abandonó la causa de la Hispanidad y dejó de tomarse América en serio.

La defensa de la Hispanidad abandonada por el Partido Popular es la única esperanza de oposición al dominio socialcomunista en América. Un dominio que ha forzado durante las últimas décadas la marcha de millones de iberoamericanos de sus países en dolorosos exilios y migraciones indeseadas y, en ocasiones, indeseables.

Por eso, porque ser es defenderse, la principal responsabilidad de un líder político español para con los inmigrantes hispanoamericanos que han llegado a nuestra nación con el afán de integrarse debe ser la denuncia constante de los regímenes liberticidas que han provocado la dramática separación de millones de familias.

El PP, por sus responsabilidades pasadas de gobierno, comparte la culpa de no haber vigilado y prevenido la acción de esos regímenes socialistas, entre bolivarianos y kirchneristas, que forzaron el fenómeno dramático de la expulsión de millones de iberoamericanos en dirección a España.

Esa culpa no puede ser regateada con esperpentos musicales como intenta el Partido Popular, a cuyos líderes en la Comunidad de Madrid como Ayuso y Almeida, recomendamos, cuando acaben de bailar, acercarse a cualquier larguísima cola diaria en los comedores sociales para que escuchen, sin música que disfrace la realidad, lo que miles de hispanos tienen que decirles.

Igual que recomendamos a los líderes del PP que vayan, sin anunciarse, a una celebración en alguno de los cientos de centros de las iglesias evangélicas en la Comunidad de Madrid para que contrapongan su adquirido ideario progre con la respuesta evangélica, que es tradicional, conservadora, moral y siempre en defensa de la familia nuclear.

Pero, sobre todo, le recomendamos al Partido Popular, hoy irrelevante en América por su dejadez tan socialdemócrata en la defensa activa de la libertad, que deje de concertar mayorías y gobiernos con la izquierda española. Esa izquierda aliada de las tiranías americanas y que tiene asiento permanente en organizaciones liberticidas como el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla.

No hay exageración alguna en la crítica, como lo demuestra que haya por ahí cierto expresidente del PP, siempre ávido de atención, que se jacta —no entendemos con qué interés, pero no puede ser el patriótico— de haber abierto las puertas de Washington a Lula da Silva, el corrupto fundador, junto a Fidel Castro y lo peor del narcoterrorismo que hoy gobierna Colombia, del Foro de São Paulo.

Trabajar en serio por la Hispanidad es trabajar en beneficio de las enormes posibilidades que un futuro común, sobre todo en tiempos de desorden mundial, tendría una unión de intereses entre la América hispana y Europa bajo el liderazgo español.

Por suerte, mientras el PP baila, y mal, la música equivocada, hay otras organizaciones que sí se toman en serio América y las necesidades de los americanos.

Por su importancia, debemos citar al Grupo de Políticas Eurolat del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (Eurolat-ECR) que preside el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch. También a Foro Madrid, la gran iniciativa de la Fundación Disenso, centro de pensamiento de Vox. Ambas trabajan en común desde hace años, basadas en los principios claros e irrenunciables de la Carta de Madrid, por la recuperación de la libertad en Iberoamérica frente al narcomunismo y la violencia.

A esta tarea común de tejer una enorme red de libertad académica, social y política, están convocados tambien todos los americanos residentes en España que sean conscientes del daño causado tanto por el Socialismo del siglo XXI como por aquellos que, mientras se arrojan el ridículo en actos electorales infantiloides, pretendan concertar con él. Que es, para desgracia de cientos de millones de iberoamericanos, lo que hace el Partido Popular.

Noticias de España

.
Fondo newsletter