Cristina Cifuentes enseñando un papel a la cámara es foto de primera en tres de mis cuatro cabeceras. ¿Adivinan cuál la omite?
¡Correcto!
El País, además de la foto, le dedica el segundo titular: ‘El PSOE reta a Ciudadanos con una moción de censura contra Cifuentes’. También le dedica al caso su primer editorial, cuyo titular saca a primera: ‘Cifuentes no convence’, algo que ya nos temíamos.
Te tienes que reír. El PSOE, que sostiene a en el mismo Madrid a Carmena contra el viento del nepotismo y la marea de las adjudicaciones a dedo, vistiéndose con la pureza de la azucena.
Y reta a Ciudadanos, que a su vez sostiene a los socialistas de los ERE.
Qué repulsivo es el teatrillo de la política de partidos, y qué doblemente repulsivo es el privilegio de la izquierda, cuyos desmanes parecen no contar o puntuar la mitad.
Pero a España la gobiernan los personajes más arquetípicos de su literatura, los pícaros, y entre ellos se entienden.
La primera noticia -que para el lector será la segunda, si llega- es que ‘El Ejército de Brasil amenaza con actuar si Lula queda libre’. Hablando de pícaros.
En ABC, doña Cristina señala con el dedo índice una línea del papel en cuestión, sobre el titular ‘Tocada pero no hundida’.
En El Mundo, sostiene el documento en alto mientras agita el índice sobre el atril: ‘Génova zanja el ‘caso Cifuentes’ y la oposición aviva su acoso’. La oposición ha olido la sangre en el agua y no va a soltar la presa. Dan igual los cadávares de sus armarios; es esa mucha hambre, hambre feroz y de siglos, del pícaro español, esperando morder.
Leo a la derecha que ‘Educación se declara incapaz de garantizar el castellano pese al 155’.
Este es el escándalo, más que el estúpido e inservible ‘máster’ de Cifuentes, más que si el título estuviera escrito a lápiz sobre una hoja arrancada de un cuaderno Rubio de caligrafía.
Esta es la razón para que dimita, no ya un político, sino todo un gobierno; para que el partido se disuelva y renuncie a una política para la que no sirve. Porque si un Ministerio de Educación ni siquiera puede garantizar la enseñanza en el idioma oficial de la nación después de suspender la autonomía, no vale para nada, salvo para gastar dinero y legitimar títulos cuestionables a los amigos.
La paradoja de la democracia es que es el régimen que, en teoría, más legitima a un gobierno a ser firme, fuerte y contundente, al saberse respaldado por la voluntad mayoritaria. Pero en la práctica lo vemos débil e inoperante hasta extremos ridículos.
Y, hablando de ridículo, llegamos a La Razón, la única cabecera que omite la foto. En su lugar, uno de esteladas y globos amarillos en el Camp Nou: ‘El globo de la «represión» de los CDR’. El globo. En fin.Arriba, de primera noticia, ‘Artadi se prepara para ser presidenta «in extremis».
Y debajo, su peculiar versión de lo de Cifuentes: ‘El PSOE anuncia una moción de censura contra Cifuentes para acorralar a Cs’. Menuda tropa.