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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Europa no cree en los Estados

Desde el mismo día en que se conocieron los resultados del referéndum británico sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el ‘equipo de Bruselas’ -eurócratas y gobernantes del ‘núcleo duro’ de la UE- dejó claro en sucesivas declaraciones que se les haría pagar su osadía, que los británicos no podían irse de rositas o el ejemplo cundiría.
Tras casi un año de dimes y diretes, el equipo negociador comunitario ha presentado el borrador de sus condiciones de divorcio, proporcionando el titular de apertura de El País: ‘Rechazo frontal de Londres a la oferta de la UE para el Brexit’. La oferta incluye la condición de que Irlanda del Norte quede dentro de la Unión, lo que en cualquier tierra de garbanzos se llama ‘anexión’ o, por usar otra palabra con connotaciones más alarmantes, ‘Anschluss’.

PP, Ciudadanos y sus incontables palmeros en medios se complacen enormemente en recordar la sucesión de declaraciones de líderes de la UE contra la secesión catalana, entre otras cosas porque apenas conciben mayor autoridad que lo que dicen de nosotros fuera, pero conviene recordar el absoluto desprecio de Bruselas por la soberanía nacional que hace patente el texto rechazado por Theresa May.
A quienes, en el debate sobre Cataluña, repiten machaconamente que «la solución es más Europa», ruego que aclaren que se refieren a esto.

De las demás cabeceras, solo El Mundo recoge, en espacio menor, el asunto en su primera: ‘La UE irrita a May al proponer que Irlanda del Norte siga en el mercado único’. Así expresado, se diría que May es una vieja loca que monta un drama porque los vecinos quieren renovar la fachada del edificio.
Y hablando de secesiones, El Mundo informa en su primer titular que ‘El Parlament se sitúa otra vez al borde de la rebelión’. Que el PP había hecho un pan con unas tortas al convocar elecciones inmediatas en Cataluña nos hemos hartado de decirlo aquí: tanto 155 para volver a la casilla de salida, pero de peor humor.
La Razón, de hecho, no sabe cómo dejar bien a sus señoritos en esto y abren hoy con un titular que nos deja perplejos, porque contradice frontalmente la noticia aparecida en El Mundo. Así, si el primer subtítulo del citado titular asegura que «los soberanistas imponen hoy una votación para «reafirmar la declaración de independencia y la proclamación del Estado Catalán», los de Marhuenda titulan que ERC y JxCat fuerzan a la CUP a renunciar a la DUI’. Que me expliquen.

En busca de consuelo, la foto va para un policía y un guardia civil que se miran de frente sonriendo. El Gobierno les ha subido el sueldo, y La Razón se apunta la medalla, ‘cinco meses de campaña en La Razón’.
No parece que esta victoria vaya a cambiar la deriva fatal de su partido agonizante, lo que constituye el segundo titular de El País: ‘Radicales o conciliadores: el PP se divide ante Ciudadanos’. Tengo para mí que antes de no mucho la división clave se dará entre quienes se queden y quienes se pasen al partido naranja.
Y acabamos con ABC, que saca a portada la foto (de archivo) de un manifestante gritándole a un policía en su misma cara durante una manifestación. Titular: ‘Podemos quiere una policía de juguete’, en referencia a las enmiendas presentadas por el partido de Pablo Iglesias a la Ley de Seguridad Ciudadana debilitando la autoridad de las fuerzas de seguridad del Estado.

Los comunistas -llamemos a las cosas por su nombre, lo hace todo más fácil- quieren una ‘policía de juguete’ solo mientras están al otro lado de la trinchera; en el momento en que es ‘su’ policía, sus competencias se multiplican, sus medios aumentan y su libertad de acción se vuelve omnímoda. Si alguien puede citarme un solo caso en el que Pablo Iglesias haya protestado por la acción de la policía bolivariana contra los manifestantes, con muertos incluidos y balas de verdad, me encantaría citarle.
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