Entramos ya casi en el curso con Cataluña en rebeldía abierta y el pequeño Kim amagando con la Tercera Guerra Mundial.
Para mis cabeceras, Corea va, como mucho, segundo. Y no se lo reprocho, porque tampoco veo yo que los juegos de guerra del líder Juche vayan a desencadenar el apocalipsis, sino más bien volver a sentar a los líderes en la mesa de negociación. Creo.
Solo es primera noticia para nuestro muy internacional El País, que titula: ‘Estados Unidos anuncia una respuesta contundente al misil de Corea’. ¿Cómo de contundente? Una guerra con los norcoreanos podría acabar con diez millones de muertos en la primera media hora. ¿A quién podría compensarle?
De segunda, ‘El PP pide al PSOE un apoyo claro y duradero en Cataluña’. Llámenme cenizo, pero en el panorama político patrio ‘duradero’ no suele haber nada más que el navajeo. ¿Qué van a sacarle a Pedro ‘nación-de-naciones’ Sánchez?
En ABC, un guardabarreras en una vía puerta pintado con listas rojas y amarillas que, imaginamos, representa la cuatribarrada aunque le sobren barras: ‘La Generalitat se plantea aprobar la desconexión por decreto’. ¿Seguirá quieto parao Mariano?
Insiste, con más fuerza, El Mundo: ‘Puigdemont amenaza con un decretazo para imponer la secesión’. No sé ustedes, pero yo estoy deseando que vayan por ahí; si eso no despierta a Rajoy, nada lo hará. Y el choteo catalán ya ha durado más de lo que puede aguantar una democracia seria. Catarsis, necesitamos catarsis a través de un desenlace.
La compleja foto de Puigdemont de la primera de La Razón cuenta una historia; el titular principal, otra, aunque ambas sobre lo mismo.
En el primer caso, ‘El president quiere un ejército propio’. Imaginamos que se refiere al ‘nou Estat’ y no a su persona, aunque quizá llegue el día en que no le vendría mal tener uno.
El titular principal reza: ‘El TC no suspenderá de oficio a Puigdemont antes del 1-O’, que me sigue sonando a resultado de un Levante-Las Palmas. Una Justicia tan laxas con unos y tan estricta con otros, sinceramente, no estoy seguro de que merezca el nombre de justicia.
