La pólvora del Rey

Atesoro como oro en paño aquellos titulares que, por inadvertencia del periodista o por ser difícil la clasificación de la noticia como positiva o negativa para algún partido, guardan cierta semblanza de objetividad, y leerlos es como ver a un viejo amigo largo tiempo perdido, casi el fantasma de alguien a quien conocí y aprecié, recuerdo de un tiempo casi olvidado.
Pero es cada día más raro. No hay ya mucho que disimular, ahora que los grandes medios no pueden actuar de custodios únicos de la actualidad y que el papel es ruinoso sin esa pequeña ayuda del poder político.
El Gobierno aprueba los Presupuestos, y lo que pasa a continuación en mis cabeceras no les sorprenderá en absoluto.
Pero, eso sí, quizá les deprima un poco.
El País abre así: ‘Rajoy aprueba un Presupuesto al alza con intención electoral’.
Ahora, no entiendo la coletilla «con intención electoral». Siempre me enseñaron que el espacio es caro y no hay que poner lo innecesario, y esto es como si me informan de que mi amigo Paco ha ido al médico «para curarse», o alguien ha puesto la lavadora «para limpiar la ropa». Hombre, ya.

Un periodista que lee en los corazones me pone siempre bastante nervioso, más cuando lee cosas tan obvias, más todavía cuando uno no recuerda que el PSOE, en todos sus mandatos, haya aprobado presupuestos que tengan, a ojos de Prisa, esta aviesa pero natural intención.
De hecho, a medida que uno se aleja -periodísticamente hablando- del PSOE, las interpretaciones son bastante más benévolas, hasta llegar al paroxismo del entusiasmo.
Así, en El Mundo, ‘Mil millones más para pensiones si hay apoyo a los presupuestos’, que suena a «ustedes verán, señores socialistas». En cualquier caso, El Mundo es la única de mis cabeceras que encuentra secundario esto de los presupuestos, y abre con la ‘inesperada’ noticia de que ‘La Guardia Civil acredita al TS 315 actos violentos del ‘procés’. Ojalá me equivoque, pero me temo que en no mucho podrán acreditar bastantes más.

Pero sigamos con lo de las cuentas, porque llegamos a la derechita, que se ha calzado el uniforme de animadora, «¡Dadme una P!». El ABC abre con este titular, prodigio de la literatura comprometida: ‘La izquierda desprecia el presupuesto más social y deja a España en manos del PNV’. Bueno, Mariano, yo creo que se han ganado la partida de publicidad institucional, ¿no?

Leer en la prensa conservadora ese conmovedor uso no irónico de «social» es una de esas pequeñas alegrías que me reserva esta tarea. Y ese «desprecia», que uno está viendo ya la mueca desdeñosa en el arrogante rostro de Pedro Sánchez, y ese «dejar en manos de», tan deliciosamente melodramático…

Pero terminamos con una nota alta, con un colofón triunfal de la mano del inefable Paco Marhuenda, oh Dios qué buen vasallo… ‘España sale de la austeridad’.
¡Ole!