Si ayer fue el día de las obviedades, la apoteosis de Pero Grullo, hoy parece serlo el de las noticias atrasadas.
Abre El País: ‘El partido de Puigdemont y Mas cobró comisiones ilegales’. A ver, que levante la mano quien no estaba al cabo de la calle de este dato. Un loro que se hubiera pasado los últimos años junto a la tele o la radio ya hubiera aprendido a decir «tres por ciento».
Otra cosa es que se prefiera utilizar como sujeto, no a ‘Convergència’, sino al «partido de Puigdemont y Mas», lo que no es en absoluto casual. No recuerdo que, en su día, ni el más acérrimo enemigo mediático del socialismo atribuyera los escándalos de los ERE al «partido de Pedro Sánchez y Susana Díaz».
Me apresuro a confesar que comprendo perfectamente la intención que anima estos titulares. Los diarios quieren recordar a sus lectores que esta casta que ha sacudido el árbol y ha pretendido recoger las nueces del separatismo catalán han ocultado tras la estelada tejemanejes de patio de Monipodio.
ABC ignora en su primera, que abre con Millet saliendo en su silla de ruedas de la Audiencia Nacional, cualquier vaga conexión con la objetividad periodística al titular: ‘Las mordidas sepultan al partido que ha roto Cataluña en dos’.
Que no es que no estemos de acuerdo, pero la noticia es algo más frío y preciso que ese «sepultar» y ese «romper». No nos imaginamos un titular ni remotamente parecido en el decano de la prensa madrileña referido al PP tras alguno de sus numerosos juicios por corrupción.
En un plano más abierto, una foto similar abre El Mundo, bajo el titular ‘Condena al ‘entramado delictivo’ que financiaba al nacionalismo’. ¿Ven como no es tan difícil?
La Razón también abre con Millet, pero ya en el coche. ‘Convergència nos roba’, es su ingenioso titular, que no leerán ni en un millón de años referido al PP.