Que el mediocre demagogo Pedro Sánchez, el hombre que llevó al PSOE a sus peores resultados electorales de nuestra democracia, está atado y bien atado por aquellos a quienes debe su estancia en la Moncloa -que deseamos fugaz- es obvio. Pero uno esperaría de sus cómplices cierta discreción mientras les paga el ‘pizzo’, cierta decorosa hipocresía para no dejar en ridículo a este ‘sugar daddy’ que les ha caído del cielo.
Al contrario, están haciendo público el regodeo. Se complacen en humillarle, en hacer evidente ante la nación entera que le tienen cogido por donde duele, y le obligan a dar saltitos ridículos en una sesión sadomasoquista angustiosa de ver.
No les basta con cobrarse su libra de carne: quieren dejar claro quién manda aquí.
Vimos en el Congreso a Rufián, vestido como para una boda gitana, dirigirse al presidente del Gobierno español como si el diputado de Esquerra fuera el amo del chiringo ante un empleado no especialmente brillante, y Pedro respondió vil y servil.
Y la prensa va desgranando el pago, que se prevé interminable y bochornoso.
Ayer Torra fue a Washington a montar la parda independentista y tuvo respuesta elegante pero firme del embajador español, que no ha tenido hasta el momento el respaldo del presidente y al que no auguramos un tiempo muy prolongado en la capital estadounidense.
Es la apertura de El Mundo, ‘Escarnio independentista ante la pasividad de Sánchez’. La foto, como en otras dos de mis cuatro cabeceras, saca a los Reyes en Gerona, donde entregaron los Premios Princesa de Gerona en un restaurante, tras la negativa de la alcaldesa a cederles local público alguno.
La Corona y los medios han puesto a mal tiempo buena cara, pero personalmente se me antoja una humillación peor y más significativa que la de Rufián en el Congreso o Torra en Washington.
Debajo, ‘El Gobierno y el PNV pactan excarcelar a presos de ETA’. Seguimos para bingo.
En La Razón, ‘El juicio del «procés» se aplaza hasta después de las municipales de 2019’. Los presos serán trasladados a prisiones catalanas y puestos bajo la autoridad de un director de prisiones que ha pedido excarcelarlos.
En ABC, los Reyes recibidos en el restaurante, sobre el titular: ‘El Rey defiende «una Cataluña de todos y para todos». Claro, por eso el soberano tiene que refugiarse en la hostelería.
Nada de esto interesa demasiado, naturalmente, a la nueva dirección de El País, dispuesta a ponérselas a Sánchez como es fama que se las ponían a Fernando VII. La charada de Washington, abajo, se cuenta así: ‘Torra complica la distensión en Cataluña impulsada por Sánchez’. Prisa se ha propuesto competir con su señorito en servilismo.
Arriba, ‘El sur de la UE impulsa una gestión migratoria compartida’, que es de las interpretaciones más graciosas de la realidad que le he visto desplegar a El País, pero que dejaré aquí sin comentario.