El Rey cumple 50 años, y yo que me alegro, pero que tres de mis cuatro cabeceras abran con ello como si llegar al medio siglo fuera de algún modo noticioso me deprime profundamente. Es difícil opinar sobre un cumpleaños, estar a favor o en contra. De cualquiera que haya nacido un 30 de enero de hace 50 años se podría prever con absoluta precisión, salvo fallecimiento previo, cuando iba a cumplir 50 años. No es exactamente lo que considero ‘noticia’.
El que más peca en esta perogrullada es, previsiblemente, ABC, pecado periodístico que se agrava teniendo en cuenta que su portada solo le permite una noticia y cuando el titular se limita a un sosísimo y cortesano: ‘Felicidades, Majestad’. Un tarjetón hubiera bastado.
El Mundo le da media primera, la de la derecha, ilustrada con un dibujo de media cara del Rey, bajo el titular genérico, que engloba varios artículos, de ‘La madurez del Rey constitucional’.
Abriendo, ‘Puigdemont arrastra a la independencia al Parlament’, lo que me parece un modo injusto de restar responsabilidad a los que desobedezcan. Aunque entre los ‘procesistas’ está creciendo un culto bastante patético hacia el prófugo de Bruselas, no es un dios ni un hipnotizador que pueda obligar a nadie a hacer lo que no desea.
En La Razón le sacan de perfil, sonriendo, y tienen el buen gusto de no convertir el cumpleaños o su propia figura en la base del titular, sino esto otro: ‘El Rey vuelve seis meses después a una Cataluña bloqueada’.
El País deja a Su Majestad en pequeñito, en la columna de abajo a la izquierda, y dedica su ilustración principal a una extraña foto de unas cortinas semiabiertas entre las que se ve el rostro no exactamente arrebatador de Puigdemont.
‘El Parlament prepara un nuevo choque institucional’, es el primer titular. Esto va para largo.
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